Capitulo 41

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Jiang Cheng caminaba de regreso a casa con aburrimiento. Tenía un ligero y casi imperceptible puchero en sus labios, dobló en una esquina y sus ojos captaron una pequeña pero conocida figura solitaria a unos cuantos metros de él. Su ceño se frunció y se cuestionó que tan buena idea sería acercarse.

"-Debes ser más amable con el Wanyin-" La voz de su tonto novio invade su mente y el recuerdo de esas palabras lo hace poner una cara de resignación.

Maldito Lan Huan. Ese hombre podía hacerlo cambiar de parecer con unas palabras. Parecía un evangelizador, tal vez debería invitarlo a su iglesia para que lo ayudara a atraer más creyentes al gran y poderoso Sandu, debía acabar su biblia rápido.

Regresando al tema anterior, Cheng camino un poco más rápido para acercarse al pequeño niño en frente de él y tocar su hombro. Él niño lo miro unos segundos antes de voltear su rostro y fingir que no lo veía.

-¿Qué haces?- preguntó Wanyin- ¿Estás sola? Uy ¿te escapaste? Creí que eras rebelde pero no tanto ¿serás un vagabundo desde ahora?- una idea cruzo por la mente de Jiang Cheng al recordar una de las noches anteriores cuando su fantasma no lo dejó dormir- ¿Puedo ir contigo?- preguntó seriamente- Conozco un árbol muy bueno y tengo unos cuantos carto-

-No seré un vagabundo tonto ¿acaso eres idiota?

Jiang Cheng se sintió tentado a contestar con un insulto, más con una fuerza de voluntad que ni él mismo sabía que tenía decidió dejarlo pasar.

-¿Entonces qué haces aquí?

-Vuelvo de la escuela.

-¿Solo? ¿En serio?- miren Jiang Cheng podría ser un hijo de puta a veces pero si tuviera un hijo de 5 años no dejaría que volviera a casa solo.

-¿Ves a alguien más aquí cerca?

-¿Y la señora Xue?- decidió seguir preguntando antes de comenzar una pelea con el niño. Se repetía a sí mismo un "Jiang Cheng ya eres grande, no pelees con un mocoso que no te llega ni a la cintura".

-Mi mamá tiene cosas que hacer.

-¿Qué cosas?

-¿No te enseñaron a  no meterte en los problemas de los demás?

-Bien, vete a la mierda entonces- la paciencia de Wanyin se fue al carajo.

-No gracias, voy a mi casa- Cheng arrugo el ceño.

-¿Qué clase de respuesta fue esa?

-La de un niño de 5 años.

Jiang Wanyin decidió que era mejor dejar de hablar y limitarse a caminar a lado de él, no es que Wanyin lo estuviera cuidando, simplemente iban al mismo lugar. Les quedaban alrededor de unas 4 cuadras más y Jiang Cheng comenzó a ver a su alrededor aquellos locales que estaban, había todo tipo de locales, de comida, ropa, dulces, etc. Y al final, casi en una esquina había una tienda de cosas raras que la gente llamaba "brujería". Jiang Cheng y Xue Yang se vieron obligados a pasar por ahí.

-¡Tú!- el grito hace sobresaltar a Cheng, una vieja, apenas más alta que "Tonto" lo apuntaba con su arrugado dedo- ¡Ustedes! ¡Ustedes no deben estar juntos!

-Ahora no señora- como si no hubiera escuchado algo, Wanyin tuvo la sensación de que esa mujer quería venderles algo- No tengo dinero, que Dios la bendiga.

Jiang Cheng partió en risas por su propio chiste, Yang lo miro con una mueca demostrando lo raro que se le hacía Jiang Cheng.

-Es gracioso porque soy ateo- explicó- Pero ya no da risa porque te lo tuve que explicar- le dijo como regaño, mirándolo con acusación. Como si el tuviera la culpa de no saber que era ateo.

-¿Y cómo-

-No- interrumpió- Ya déjalo así, lo arruinaste. Acéptalo.

Y antes de que Xue Yang e incluso la anciana pudieran decir algo, Jiang Cheng jaló a "Tonto" para irse del lugar. Esa anciana era muy rara, pensó Cheng. Qué bueno que él no era raro.

¬Ateo a MediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora