¬Ateo a Medias

Capitulo 34

-Duérmete- ordenó.

-No quiero- le reto con la mirada acostado en su cama.

Eran las 8 de la noche, para "Tonto" esa era su hora de dormir pero por alguna extraña razón que Cheng prefiere no saber él se negaba a dormirse, los dos estaban en la habitación de "Tonto", él estaba acostado en la cama y Jiang Cheng parado en la puerta, él quería irse y él parecía no querer permitirlo.

-No me importa.

-¿Dónde está Xichen-gege?- preguntó, su voz era baja pero Wanyin lograba escucharla ¿qué le importa donde estaba su novio?

-Se fue a su casa.

-Ya veo porque estas de mal humor- murmuro dándole la espalda.

Maldito niño. Pensó, ese niño tenía algo en su contra.

-Te oí.

-Lo sé.

Doble maldito niño. Jiang Cheng lo miró ofendido y se cruzó de brazos.

-Ya duerme- sentenció apagando la luz.

Se dio media vuelta yéndose de ahí, se quedó sentado en el sillón hasta que la madre  del niño llegó. Está le dio las gracias infinidad de veces antes de que se pudiera ir por fin. Aunque él quería decirle algo como "Su hija es muy tranquila" no se atrevía a mentirle por que claramente su hija lo saca de todas sus putas casillas de mierda.

Ese niño era peor que él de pequeño.

Jiang Cheng pensó que definitivamente debió de hacer una calamidad en alguna parte de su vida.

Como sea llegó a su casa a reclamarle a Wei ying lo mal hermano que era y que definitivamente le pagaría lo que gasto con la hamburguesas, su hermano acepto con una sonrisa que Cheng estuvo tentado a golpear. Bueno, no había sido tan malo ¡Pero aun así debió preguntarle! Le hubiera dicho que no e  igualmente Wei Ying hubiera aceptado ¡Pero al menos hubiera opinado!

Pensando que su fantasma tendría consideración de él se fue a dormir, obviamente estaba equivocado y a las 3:00 am su fantasma tan puntual como siempre llegó a despertarlo, sólo que esta vez fue un poquito diferente, cuando abrió sus ojos no se encontró con nada, más bien sólo sintió un frío muy intenso y comenzó a oír pequeños golpes en su ventana.

Por.

Toda.

La.

Puta.

Noche.

Jiang Cheng amaneció con dos grandes ojeras y un animó más jodido que él que se cargaba, miró con reproche a Wuxian quien lo miraba extrañado. Cuando lo vio abrir su boca para hablar lo interrumpió.

-Se la pasó tocando la ventana- se quejó- Puta vida.

Wei Ying lo miro comprensivo, no dijo nada. De pronto el teléfono de Wei Ying comenzó a sonar haciendo que se alejara para contestar ,lo vio fruncir el ceño y hablar como si estuviera reclamando algo, luego Wuxian colgó repentinamente la llamada acercándose a él.

-¿Qué?- preguntó llenándose las mejillas con cereal- Sho no hishe nada.

-La señora Xue me llamo- Cheng arqueo una ceja.

-¿Quién?- preguntó después de tragar y tomar un poco de agua.

-La vecina- tradujo al lenguaje Cheng.

-¿Y?

-Dijo que cuidaste mal a su hijo.

Wei Ying se veía enojado, Jiang Cheng lo miró sin entender ¿qué mierda?

-¿Por qué? ¿Qué te dijo tonto ahora?- Wuxian negó, dándole a entender que el niño no había dicho nada.

-No de ese modo, dijo que un hombre se había quedado en la puerta de su cuarto viéndolo toda la noche, la señora te culpa por ello.

Jiang Cheng sintió un escalofrío recorrerlo, al diablo con la señora Xue ,le valía dos hectáreas de la gran mierda, pero lo del hombre eso definitivamente hubiera estado mejor sin saberlo, cuando vio que Wei Ying tenía ganas de decirle más acerca del hombre inmediatamente lo detuvo, tapó sus oídos y subió a su cuarto.

Gracias por la información que nadie te pidió Wei Wuxian.