– Podríamos hablarlo con más calma – dije sonriéndole.
– No hay nada de lo que hablar.
Suspiro bajando la mirada a mis apuntes una vez más. Estamos en la recta final. eso dicen todos, los profesores, mis padres y nosotros mismos, los estudiantes, que nos mentimos una y otra vez, pero el famoso último empujón empezó en diciembre. Quedan dos escasos meses para terminar el curso, los exámenes están presentes todas las semanas.
– ¿Un café? – me susurra Nessy a mi lado. Ambas nos levantamos llamando la atención de los chicos que también son tragados por los libros de texto. – Dejamos esto aquí, ahora volvemos.
Bajamos las escaleras tranquilamente, deseando alargar este descanso. Estos días hemos estado viéndonos en la biblioteca más que en otro sitio. Pero es el último empujón...
Salimos a la calle camino a la cafetería de la acera de enfrente. Nos sentamos en unas mesas altas y en seguida somos atendidas por una mujer mayor muy amable.
– ¿Has pensado sobre el año que viene? – le pregunto revolviendo mi café.
– Sí – confiesa – Empezar a estudiar lo que quiero y poder elegir el horario.
Sonríe inconscientemente, por supuesto que hay cosas buenas de la etapa universitaria. Eso me aterra. Volveré a empezar de cero. No tendré a ninguno de mis amigos conmigo para apoyarme. Mis pensamientos una y otra vez se imaginan que este año quedará olvidado como un año bueno pero efímero.
– Estaremos cada uno en un sitio – murmuro soltando la cucharilla. Nessy me mira unos segundos.
– Amanda... – dice cuando se da cuenta de lo que me ronda por la cabeza. – Para bien o para mal es una etapa de la vida. Eso no va a significar que nos pierdes.
La miro negando con la cabeza.
– No puedo perderos – suelto intentando contener las lágrimas – No sabía que era una amistad hasta que he vivido la nuestra, y ahora no sé cómo enfrentarme al cambio.
– Has estado poco tiempo con nosotros, pero te aseguro que una vez dentro es para toda la vida.
Asiento interiorizando todo lo que me ha dicho. ¿Todos los adolescentes están igual? ¿Estarán preocupados por todo lo que dejan atrás? ¿Les preocupa empezar de cero?
– Las chicas más guapas de toda la ciudad – dice Leo llegando a nosotras, cortando abruptamente la conversación. Deja un beso en los labios de Nessy antes de pasar a la cafetería para ahorrar el viaje a la dueña. Veo a Érick y Nessy compartiendo una mirada antes de que cuatro ojos recaigan sobre mí. Érick arrima el taburete a mi lado para sentarse en él antes de que Leo llegue con otros dos cafés, se siente y empiece a balbucear.
– No me gusta nada el sabor del café, pero tengo un examen dentro de dos días y me faltan dos temas por estudiar – se lamenta en voz alta arrugando la nariz mientras bebe un sorbo de su tacita.
Por el silencio que había y continua tras su intervención nos mira a todos. Adoro eso de Leo. Suele llegar tarde a algunas cosas.
– ¿Has mirado ya universidad? – le pregunto intentando que el ambiente se relaje algo.
– Tengo tres en mente – deja la taza en la mesa y apoya sus codos en la mesa para estar más cerca de mí. – en una de ellas la nota de corte es algo más baja, pero por décimas. ¿Tú ya has mirado algo?
– Ayer envié los papeles para la reserva de plaza – es la primera noticia que tienen. Sus caras son sorpresa total. – Está a menos de una hora de aquí en trasporte público, la verdad que bastante bien.
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MI PRINCESA PERFECTA
Teen Fiction- Soy un monstruo - dice abrazándome. - Te he asustado, no debería haberte empujado. - Estabas en pleno ataque de ira - le digo compresivamente. - Solo me he asustado, no ha pasado nada Érick. - Estoy roto, Amanda - dice mirándome. - Muy roto. - Y...