– El señor Dikensen lo mató con una puñalada en el corazón – vuelve a decir Rodrigo mirando a Gabriel y Nick, especialmente a el ultimo.
¿Lo dirá por qué Nick se ha puesto con Gabriel en vez de con él? ¿Lo ve una traición por parte de su amigo? Los miro bien, no, no creo que sea por eso. No me acuerdo del nombre del juego, pero su objetivo es encontrar al asesino cada uno teniendo un personaje. Érick ha ido apuntando varias cosas en un papel, descartando armas y sospechosos. Miro el papel y Érick, quien sabe jugar, ha descartado el cuchillo y al señor Dikensen, sin embargo, Nick y Rodri siguen discutiendo sobre lo mismo. También he descubierto que ese personaje es el que le ha tocado a Nick y Gabri, cosa que ha ayudado bastante para entender las miles de indirectas que se mandan entre ellos.
– No es la causa de la muerte – vuelve a discutir Nick. Creo que, a estas alturas, todos nos hemos dado cuenta de que esto es algo más personal que del juego. – El señor Dikensen y el señor Luckerman – el asesinado – solo coincidieron unos minutos, algo sin importancia.
– Hay veces que un asesinato solo necesitan unos segundos – le contesta Gabriel enfadado. – Algunos no pueden superar el pasado y por eso matan a los demás, porque según las pruebas – añade cogiendo un papel para aumentar su credibilidad. – La hermana de Dikensen se acostó con Luckerman y la dejó sola después de eso, motivo suficiente para desear hacerlo sufrir.
– Pero... – intenta intervenir Leo – ¡Au! Eso duele – susurra tras el codazo de Nessy, quien le manda callar rápidamente. Los otros dos chicos parece que no los han escuchado siguen enfrascados en su discusión.
– En una noche pueden pasar muchas cosas – afirma Rodrigo mirándolo fijamente. – Aunque puede que no para todos tiene la misma importancia – ahora parece derrotado.
– No, no todo tiene importancia. No siempre se tiene se es tan especial como para querer matar – dice Nick cabreado. ¿Qué dices? Si tú mismo me lo confesaste, una de las mejores noches.
– Imbécil – seguido de eso Rodrigo se levanta enfadado y pisando fuerte hacia la cocina. – Voy a traer más gominolas.
Miro a Nick esperando que haga algo más que estar quieto mirando las pruebas de Rodrigo. Todo será normal... que ilusa cuando me lo dijo...
– Amanda... – oigo a Érick susurrar a mi lado sin pegarse demasiado. – ¿Qué acaba de pasar?
No me giro a mirarle, ahora mi objetivo es Nick. Le sigo mirando, pero el evitar chocarse conmigo. Me levanto sorprendiendo a todos, sobre todo a Nick. Voy por la misma puerta que Rodrigo ha ido segundos antes, cierro la puerta una vez que estoy dentro. Solo mira el paquete de golosinas mientras mastica una lentamente, muy lentamente.
– Se me olvidó el cuenco – añade cuando me apoyo en la encimera con cierta distancia. –¿Puedes enamorarte de alguien en una sola noche?
Su pregunta me pilla por sorpresa sin saber que responder.
– No soy la indicada para hablar de amor – confieso. ¿Qué se yo sobre amor? Lo único que sé es que es todo lo contrario al odio que he recibido durante mucho tiempo.
– ¿Por qué? Si con Érick te va bastante bien – dice negando con la cabeza – Mira a Nessy y Leo. Novios ahora – no lo había confirmado, pero si tenía ligeras ideas. Tendré que hablar con Nessy más tarde. – Y aunque Darío no quiera admitirlo también tiene a su chica, la del proyecto, la que va a llegar en un rato – eso no lo sabía, pero dato interesante. – Luego está Gabri, pero él no quiere nada, le gusta ir de fiesta en fiesta – suelta un suspiro. Oímos como la puerta se abre un poco y vemos la cabeza de Nessy asomarse. Rodrigo le hace un gesto para que pase. – ¿Por qué yo no puedo tener a alguien? Me gusta todo, y todo es todo, pero no encuentro a nadie y cuando creo que lo he hecho es un idiota al cual una noche no le importa. Pues a mí sí. Nunca antes me había acostado con alguien fuera de una relación o algo parecido, y cuando lo hago, plaf, me gusta el chico muchísimo.
ESTÁS LEYENDO
MI PRINCESA PERFECTA
Novela Juvenil- Soy un monstruo - dice abrazándome. - Te he asustado, no debería haberte empujado. - Estabas en pleno ataque de ira - le digo compresivamente. - Solo me he asustado, no ha pasado nada Érick. - Estoy roto, Amanda - dice mirándome. - Muy roto. - Y...