Capítulo 14 "Presente"

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-¿La habrías rechazado si te hubiese ofrecido un romance?- preguntó Daniela.

-Sí.

-Pero, ¿hubieses dormido con ella esa noche si se daba la oportunidad?- preguntó ahora Tina.

Ana sonrió- Probablemente.

-¿Así que esa fue la última vez que se vieron la una a la otra?- señaló Daniela ¿Hace cinco años?

-Sí. Pero esta vez evitarnos fue mutuo. Ella veía a mi madre a menudo, pero nunca venía cuando yo estaba allí.

-Sin embargo, vas a volver ahora- dijo Tina- ¿Qué va a pasar?

La morena se encogió de hombros- Si me voy a quedar con mi madre, entonces las posibilidades de ver a Veronica son bastantes. ¿Qué va a pasar? No lo sé.

Y no lo sabía. Sería incómodo. Siempre lo fue. Pero estar allí, por meses, sería un reto. Mantener los recuerdos alejados era una cosa. Estar de regreso en México, donde todos los recuerdos eran reales, donde la castaña era real, sería sin duda una prueba de su determinación. Y por su propia cordura, tenía que mantenerse alejada de ella.

-Bueno, no te envidio- dijo Daniela Estoy segura de que será estresante para ti.

-Estresante o no...- habló Tina- La parte romántica en mí espera que lleguen a verse la una a la otra- sonrió cariñosamente a la morena- Sé que todavía estás enamorada de ella. Mereces un final feliz.

Ana suspiró profundamente. ¿Seguía enamorada de Verónica? Probablemente.

- Esto no es un cuento de hadas- negó con la cabeza- Me temo que no habrá final feliz para nosotras...

Bueno chicas me despido porque tengo que arreglar mis cosas para viajar a México, espero que les haya gustado mi historia de amor imposible. Dijo Ana.

Bueno amiga que tengas un gran viaje y te esperamos de regresó. Contesto Daniela.

Ana se fue a su casa para arreglar las cosas de su viaje.

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Verónica abrazó a Cristian con fuerza, avergonzada por lo mucho que iba a echarle de menos.

-Mamá, no es que me vas a enviar a otro país- le recordó.

-Es sólo que voy a echarte de menos- dijo- Eres... Bueno, eres todo lo que tengo.

Sus ojos verdes e inteligentes la estudiaron por un momento, entonces tomó su mano y la llevó hasta el sofá.

-Tenemos que hablar.

Ella puso los ojos en blanco- Yo soy la madre- le recordó- Tú tienes quince años.

-Sí, pero soy el inteligente, el maduro...- señaló- No tengo que ir, lo sabes.

-Cristian, es la mejor escuela de medicina en el país. Por supuesto que tienes que ir.

Él inclinó la cabeza hacia la suya, sus ojos vigilantes estudiando cuidadosamente su expresión.

-¿Has estado casada con papá todos estos años sólo por mí?

La pregunta le tomó de sorpresa. Había jugado el papel tanto tiempo que pensó que era bastante buena en ello. ¿Había visto él a través de su fachada?.

-¿Por qué me preguntas eso? Tu padre y yo...

-No son felices. Al menos tú no lo eres- la interrumpió suavemente.

Verónica se puso de pie dándole la espalda. No estaba preparada para responder a sus preguntas, no estaba preparada para ver la verdad en sus ojos.

-Cristian, tienes un coche esperando para llevarte al aeropuerto. Este no es el momento...

Para Siempre...(VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora