- ¿Quieres abrir una tienda en tu ciudad natal? Creo que eso es grandioso - dijo Daniela mientras le entregaba a Ana una copa de vino tinto.
Ana asintió en agradecimiento.
- La ubicación es completamente idea de mi hermana. Al menos nos damos la oportunidad de estar con nuestra madre, mientras estemos levantándola y gestionándola. Y luego estamos pendientes de ella con mayor frecuencia, si tenemos una tienda ubicada allí.
- ¿Así que no vas a moverla despues de todo al Centro de Ayuda Especial? - Pregunto Tina mientras se unía una ellas en el patio.
- Ese era el plan original, pero si tenemos una tienda allí, estaremos alrededor de lo que hemos estado ahora. Ella consideró que no estaba muy emocionada con esa opción - dijo Ana - mi hermana ha estado yendo allí una vez a la semana. El cáncer todavía está en remisión, pero realmente hizo daño en ella la segunda vez. Mamá está agotada. Hay tantas cosas que ya no puedes hacer- dando un sorbo de su vino y dejó la copa sobre la mesa.
Mientras estamos levantando la tienda y arreglando, me quedaré con ella. Eso me dará la oportunidad de ver cómo está yendo realmente. Sigue diciéndome que setenta años no es ser demasiado grande.
Pero ellas necesitaban tomar algún tipo de decisión. Su hermana había asumido el papel de cuidadora el último par de años. No es que Ana se hubiera negado. Era solo que no se atrevía a pasar más de un día allí a la vez, por temor de encontrarse con Verónica.
Daniela miró por un momento y Ana se vio si estaba cayendo en su papel de psicóloga.
- Ha sido muy vaga en cuanto al por qué rara vez vas a cuidar de ella - dijo la Daniela
Ana le sonrió.
- ¿Estás intentando ponerme en tu sofá, Dra. Daniela?
- No - negó con la cabeza mientras sonreía- Prometí que nunca haría eso. Sin embargo, serías un excelente modelo de estudio. Simplemente tenía curiosidad por saber si tenía algo que te mantenía aquí o tenía alguna razón en particular por la que evadía ir allá.
- ¿Qué es lo que estás pescando, doctora? Daniela se echó a reír.
- Tina y yo te hemos conocido por seis años, Ana. Sin embargo, sigues siendo un misterio.
- No soy un misterio - insistió. No intencionalmente, por lo menos.
- ¿Por qué no has traído a Kate? - dijo Tina- Aún están saliendo ¿no es así?
Ana agarró la botella de vino, añadiendo un poco más a su copa antes de contestar. No había visto a Kate en dos semanas y no había hablado con ella en por lo menos seis o siete días.
- Ella ha estado muy ocupada - dijo evasivamente.
Daniela le dió su lenta sonrisa que dijo que sabía que estaba mintiendo.
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Para Siempre...(VerAna)
RomansAna y Verónica se conocieron cuando tenían diez años de edad. Se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna que se convertirían en amantes, también nunca hubo duda alguna en que Verónica se casaría y...