Capítulo 35 "Juntas"

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-Vaya manera de terminar el día- dijo Ana cuando fueron de vuelta a la tienda por el coche de la castaña

Verónica se inclinó y apoyó la mano en el muslo de la morena.

-Isabelle me dio algunas instrucciones- dijo.

-¿Ah sí?

-Tienes que venir a casa conmigo.

La menor se echó a reír- Ella dijo eso, eh?

-Entre otras cosas, sí- se mordió el labio, sabiendo que ahora no era el momento de decirle- No hemos cenado. ¿Qué tal si recogemos algo y lo llevamos a casa?

-¿Estás segura?

-Sí. Tenemos que hablar- dijo vagamente. Ana la miró durante un largo momento y la castaña vio las preguntas en sus ojos. Le ofreció una sonrisa rápida- Quiero dormir contigo esta noche- expresó- No tenemos que hacer el amor. Sólo quiero estar contigo.

La morena cubrió su mano con una de las suyas, presionándola con fuerza contra su muslo.

-No he olvidado nuestra anterior conversación- dijo ella. La ojiverde asintió con la cabeza, relajando la mano, dejando que la calidez de Ana se filtrara en ella.

Después que se aseguraron de que las hamburguesas vegetarianas estaban en el menú del restaurante de comida rápida, escogieron eso, con patatas fritas y coca-colas grandes, algo que rara vez tenía la castaña. Ella se adelantó hacia su casa mientras Ana recogía la cena.

Era una noche agradable, no tan calurosa. Salió al patio y encendió el ventilador de techo, decidiendo que comerían afuera cerca de la piscina. Sólo deseaba que la conversación fuese más ligera, pero no le escondería a la menor las noticias sobre el cáncer de Isabelle.

Diez minutos más tarde Ana entró con dos bolsas. Verónica tomó una de ellas, oliendo el aroma adictivo de las papas fritas de la comida rápida. Sacó una de la bolsa, masticándola con una sonrisa.

-Esto está muy bueno- dijo ella- ¿Me pregunto por qué no tengo esto más a menudo?

-Porque no es bueno para ti- señaló mientras robaba una papa de la bolsa. Echó un vistazo al patio, que estaba iluminado- ¿Quieres comer fuera?

-¿Te importa?

-Por supuesto que no. La piscina parece atractiva- dijo ella moviendo sus cejas.

Verónica sonrió, deseando poder olvidarse de todo... Y desnudarse de una vez. Podía imaginarse la piel reluciente de Ana con el agua cayendo como cascada sobre ella.

-¿Qué pensamientos traviesos están pasando por tu mente?

En ese momento Verónica rió- Inmersión al desnudo.

La mirada de la morena sostuvo la de ella- ¿Entonces por qué no lo hacemos?- sugirió.

-Tentador... Pero tenemos que hablar- dijo guiándola hacia el exterior.

Verónica temía haber perdido su apetito, pero un bocado a la hamburguesa la trajo de vuelta con fuerza.

-Esto está delicioso- murmuró con la boca casi llena.

-Una vez más, no es bueno para ti- dijo mientras mordía su hamburguesa vegetariana- No está mal- comentó antes de sumergir una papa frita en salsa de tomate- Ahora, ¿de qué es lo que quieres hablar?

La ojiverde limpió su boca con la servilleta y luego tomó un sorbo de su bebida. No tenía sentido aplazarlo.

-Es Isabelle dijo ella.

-¿Algo que te dijo?- bajó su hamburguesa levantando las cejas. La castaña asintió. Ana la miró, sacudiendo lentamente la cabeza- ¿El cáncer ha vuelto?- supuso.

Para Siempre...(VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora