-Oh- exclamó Tina con un puchero- Ambas debieron estar destrozadas.
-Sí. Pero eso fue el punto de quiebre. Creo que Verónica finalmente comprendió lo mucho que me estaba haciendo daño. Después de eso, ya no tuve tanto miedo de ir a ver a mi madre. Sabía que ella no se acercaría- dijo- Y no lo hizo.
-Me pregunto por qué nunca hablaron de ello- dijo Daniela.
-No había nada de qué hablar- respondió- Conocíamos el resultado, ¿De qué habría servido hablar de ello?
-Bueno, creo que hiciste lo prudente al no ceder. Ella obviamente quería estar contigo. Al menos, sexualmente.
-Puede parecerles que Verónica solo quería la parte sexual de nuestra relación, pero eso no es cierto. Ella fue honesta cuando dijo que era miserable en su vida. Esa mirada torturada en sus ojos estuvo allí desde la primera vez que me dijo que se iba a casar- dijo Ana - Como he dicho antes, ella estaba comprometida emocionalmente como yo. Pero una de nosotras tenía que ser fuerte y terminar nuestra relación.
-¿Así que su hijo? ¿Sabes como es?- preguntó Tina.
-Oh, sí. Mi madre me mantiene informada- respondió con una sonrisa- Se podría pensar que es su nieto. Es un genio relamente está a punto de cumplir catorce años y ya se graduó de la preparatoria con más honores de los que sabía que existian.
-Los niños prodigio suelen terminar la preparatotia como a los once o doce años- señaló Daniela.
-No sé nada de eso- dijo- Mi madre dice que su índice de inteligencia es 152.
Los ojos de Daniela se ampliaron.
-Eso es excepcional. Quizás emocionalmente no estaba listo para la universidad - señaló ella. Ana no dijo nada. Había estado alrededor del chico un par de veces. Parecía muy maduro- Suena como si Verónica y tu madre se hubiesen vuelto cercanas.
-Sí, lo hicieron. Creo que Cristian tuvo algo que ver con eso. Mi madre hablaba libremente sobre Verónica cada vez que la visitaba. Pero ella nunca se apareció. Era como si me estuviese evitando.
-¿Tu madre se retiró entonces?
-No en ese momento, no. Su cáncer entró en remisión- dijo- Cuatro años más tarde, volvió a aparecer. Esta vez cáncer de mama. Fue después de eso que la convencimos para que se retirara. Incluso entonces, ella no estaba lista.
-Lo imagino, sin ti o tu hermana viviendo en México, los Castro eran su familia. Retirarse debió haber sido muy duro- dijo Daniela.
-Sí, pero mi madre había mantenido amistades fuera del hogar de los Castro. Había unas cuantas señoras que veía con frecuencia- señaló ella.
-¿Viste a Verónica otra vez?- preguntó Tina.
-Sí. Fui a ayudar a mi madre con la mudanza. Esa fue realmente la última vez que la vi. Tenía treinta y dos años...
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-Va a ser muy duro- dijo Isabelle - Este ha sido mi hogar durante tanto tiempo- se dio la vuelta tomando la mano de su hija- Tenías sólo diez años cuando nos mudamos aquí ¿Te acuerdas de ese día?
-Sí- asintió- Recuerdo haber pensado lo grande que era. La casa, la cocina- y recordó a la joven Verónica de pie en la parte superior de las escaleras, mirándola... Un recuerdo grabado en su memoria para siempre- Te va a encantar tu nuevo lugar, ma.
-Oh, supongo que así será. Tengo muchas ganas de sentarme en el patio, atender nuevamente el jardín de flores en lugar de admirar la obra de Roberto- dijo con una risa. Su sonrisa se desvaneció rápidamente- Lo que será difícil es acostumbrarme a estar sola. Aquí, siempre había gente alrededor.
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Para Siempre...(VerAna)
RomantikAna y Verónica se conocieron cuando tenían diez años de edad. Se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna que se convertirían en amantes, también nunca hubo duda alguna en que Verónica se casaría y...