Ana se puso el casco que su hermana le tendió y lo siguió dentro de su pronta futura tienda de alimentos naturales. Hecha polvo como estaba, se veía absolutamente enorme.
-Por Dios. ¿Qué demonios vamos a poner aquí?
Su hermana se rió y pasó un brazo alrededor de su hombro- Eso, es tu trabajo. Pero me gusta la idea del patio de comidas.
Ella caminó más adentro y giró su libreta. Sacó los diferentes esquemas con los que había estado trabajando, tratando de visualizar donde iría todo.
-Me gustan todas estas ventanas-dijo- Le dará una sensación más espaciosa.
-¿Estás segura? Porque ellos dicen que pueden poner una fachada si queremos.
-Esto será mejor. Además, tal vez podamos poner algunas plantas naturales aquí, haciendo que luzca un poco más natural- ella lo miró- ¿Los contratistas?
-Todos en fila- dijo- Están a la espera de los planos y los diagramas, por lo que podemos tener nuestras citas y una estimación del tiempo.
-¿Tienes tres?
-En realidad, cuatro están haciendo una oferta en esta ocasión.
La morena caminó hacia la pared del fondo, visionando los refrigeradores y la sección de alimentos congelados que irían allí. Se dio la vuelta.
-Planeé todo con los pasillos yendo perpendicularmente hasta el frente- señaló, girándose en círculo- Pero en paralelo ¿tal vez? Quiero decir, que es sin duda lo suficientemente grande. Incluso podríamos tener la parte central de la tienda como de costumbre o tenerlas las dos... O una u otra... En los extremos paralelos- ella lo miró con las cejas levantadas- Sólo para romper un poco.
-Mira, siempre las has diseñado. Nunca ha habido un problema. Así que haz lo que quieras- su hermana miró a su alrededor y su voz resonó en el gran espacio vacío- Pero cuanto más esperemos, más largo...
-Lo sé, lo sé- estudió los esquemas nuevamente, deseando otro par de ojos. Se mordió el labio inferior. Siempre podría ir con Verónica, ver lo que ella pensaba. Tal vez le haría una llamada, ver si quería almorzar con ellas Está bien, vamos. Permíteme hacer algunos retoques. Dame otro día, tal vez dos.
-Hecho. Voy a informarle a los contratistas.
Mientras regresaban a la camioneta de su hermana, aprovecharon para hablar.
-Mamá dice que te escuchó hablando con un agente de bienes raíces. ¿Vas a comprar una casa y no alquilar?- preguntó Ana
Su hermana rió- Ella escuchó, eh? No quería decir nada. Pero mi esposo piensa que deberíamos seguir adelante y comprar ahora.
-Pensé que iban a ver cómo les iba en el verano, ver si a los niños les gustaba- dijo ella.
-Así era. Pero siguen siendo lo suficientemente jóvenes como para hacer un cambio. Emma todavía no estará en la secundaria por dos años más. Y Noel, bueno, no podía importarle menos.
-Creo que es genial. Sé qué hará muy feliz a mamá saber que estarás aquí.
-¿Qué hay de ti?- la miró- ¿Lista para comprar algo?
Ella negó con la cabeza- A pesar de lo apretada que estoy en casa de mamá, no creo que quiera comprar algo.
-Siempre podemos vender la casa de mamá- dijo- Conseguir algo más grande para las dos.
-¿Estás tratando de mantenerme en México?- preguntó con una sonrisa.
La mayor se encogió de hombros- Sería bueno, sí. Nunca hemos vivido en el mismo lugar. A los niños les encanta cuando estás cerca. Tú y mi esposo se llevan bien. Sería bueno tener a toda la familia junta.
-¿Sí?
-Sí. Me perdí de mucho cuando eras una niña. No estuve. Mamá y tú estaban un poco por su cuenta. Sé que fue difícil después de que papá murió.
-Lo fue- la morena asintió- Más difícil para mamá, supongo, que para mí.
-Sé que no podemos recuperar esos años, pero sería bueno que las tres tuviésemos algo de tiempo juntas. Como una familia- hizo una pausa, su mirada yendo hacia ella y de regreso nuevamente a la carretera- Quiero decir, sé que tienes tu casa y tus amigos en LA, pero...
-Voy a pensar en ello- aceptó, sorprendida por la respuesta de su hermana. Hace unos meses, nunca hubiese siquiera considerado la posibilidad.
-¿En serio?- sonrió ampliamente- Grandioso.
Habían trabajado en estrecha colaboración desde hacía varios años, mientras ponían en marcha su negocio y su relación era más amistosa y profesional que de hermanas, sobre todo al principio. Supuso que era una combinación de la diferencia de edad y el hecho de que ella había dejado la casa cuando había tenido dieciocho años, dejándola crecer esencialmente como hija única.
Ana miró por la ventana, en realidad no reconocía el paisaje a medida que pasaban. ¿Realmente consideraría mudarse de regreso a México?
-Oye, ¿te importa si invito a Verónica a a unirse con nosotros en el almuerzo? Quiero una persona de afuera que mire mis diseños.
-Claro, sí.. Eso está bien. A mamá le va a encantar.
-Gracias...
Sacó su teléfono, buscando el número de la castaña. La había añadido la otra noche, diciéndose a sí misma que si iba a intentar lo de la amistad, debería al menos incluirla en su lista de contactos.
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Para Siempre...(VerAna)
RomansaAna y Verónica se conocieron cuando tenían diez años de edad. Se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna que se convertirían en amantes, también nunca hubo duda alguna en que Verónica se casaría y...