Ana sostuvo su mano sobre la parrilla de gas,determinando si estaba lo suficientemente caliente. Tenía una gran variedad de hamburguesas y salchichas vegetarianas y las untaba a cada una con aceite de oliva para evitar que se pegaran. Se volvió cuando un gran chapoteo en la piscina provocó risas a su alrededor. Era uno de esos gloriosos días de comienzo delverano... Cielo azul despejado, poco o nada de viento y la temperatura perfecta para disfrutar de la terraza y la piscina.
Echó un vistazo a través del patio trasero, sintiéndose orgullosa en el hecho de que... A diferencia de todos los vecinos... Ella y Verónica mantenían su propio césped. Había estado algo sorprendida por el entusiasmo de la castaña, pero al parecer había descubierto que era algo que disfrutaba. La morena no podía, sin embargo, tomar el crédito por las flores. Eso era completamente trabajo de Verónica y su madre.
En ese momento las miró, con su hermana y el esposo descansando junto a la piscina, ya que Noel, Emma y dos de sus amigos chapoteaban como los niños que eran. Su madre tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro mientras escuchaba la conversación entre su hermana y Verónica.
La menor tenía que admitir que la mudanza de su madre ahí había sido la mejor decisión que podrían haber hecho. Isabelle había prosperado después de su cirugía y parecía más joven. Ana volvió a la tarea de voltear las hamburguesas y salchichas, sonriendo mientras escuchaba la risa de los niños.
Había regresado a México hacía un año y le resultaba difícil imaginar vivir en otro lugar. Ella y su hermana estaban más cerca de lo que jamás habían estado y rara vez tenían desacuerdos sobre sus prácticas de negocios. Sus cuatro tiendas eran prósperas y no podían estar más complacidas.
Su relación con Daniela y Tina, por otra parte, siempre estaba en contacto con ellas aunque no habian podido ir a verlas, ellas le habian contado que Kate ahora tenía una novia estable y la última vez que hablaron, las cuatro estaban planeando un crucero juntas.
-Hey, ¿soñando despierta otra vez?
Sonrió mientras Verónica permanecía de pie cerca de ella, con sus hombros rozándose.
-Si. Soñando despierta.
-¿Eres feliz?- inclinó la cabeza- Te estás volviendo una cocinera.
Ana se echó a reír- No estoy segura de que realmente puedas llamar a esto cocinar- dijo mientras volteaba las hamburguesas una vez más- ¿Y tú eres feliz?
-Soy muy feliz- se acercó más- Me encanta tener a tu familia alrededor. Nuestra familia- corrigió- Todo lo que necesitamos es a Cristian para que esté completa.
Cerró la tapa de la parrilla y apagó el fuego- Y podrás verlo en tres semanas.
-Y estará aquí por todo un mes- dijo la castaña sonriendo- Estoy ansiosa porque tú y él pasen algo de tiempo juntos.
-Yo también- le tomó la mano y tiró de ella llevándola hacia adentro, haciendo una pausa para mirar por encima del hombro, descubriendo que su hermna las miraba.
Ella sonrió y negó con la cabeza. Y ella le devolvió la sonrisa. Una vez adentro, atrajo a Verónica hacia sus brazos.
-Dios.... Te amo- susurró besándola suave y lentamente.
Los brazos de la ojiverde se apretaron a su alrededor- Te amo. Para siempre...
Sus ojos se sostuvieron y Ana vio todo lo que necesitaba en la vida, ahí mismo, en los ojos de Verónica. Era una mirada que había visto por primera vez cuando...
-Tenía diez años- susurró ella. Y terminó su pensamiento tenía 10 años cuando me enamoré de ti.
La castaña frunció el ceño ante sus palabras pero Ana simplemente sonrió y la besó nuevamente.
-Nada... Sólo que... TE AMO.
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Bueno llegamos al final de esta historia espero que les haya gustado tanto como a mi.
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Para Siempre...(VerAna)
RomanceAna y Verónica se conocieron cuando tenían diez años de edad. Se convirtieron en buenas amigas, pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna que se convertirían en amantes, también nunca hubo duda alguna en que Verónica se casaría y...