Príncipe del Cielo [ vhope ]

22

Hoseok giró rápido al escuchar la risa del castaño detrás suyo.

—¿Es en serio? —preguntó el demonio divertido—. ¿Aún te sigue gustando limpiar? Tengo recuerdos de nosotros de humanos y yo mirándote como un pervertido mientras limpias.

El pelinegro se encogió de hombros y siguió pasando el trapo por la mesada de la cocina mordiéndose el labio por lo último que dijo.

—Entonces sabes que lo hago cuando estoy aburrido —dijo y se estremeció cuando apenas hacerlo unos brazos lo envolvieron por detrás.

—Me haces sentir ofendido con eso, angelito —susurró en su oído. Hoseok dejó el trapo y se dio vuelta para besarlo. Taehyung lo sostuvo de la cintura siguiendo el beso.

—¿Dónde estabas? —preguntó alejándose. Apenas se había despertado el castaño no estaba ahí y por eso estaba aburrido. Odiaba cuando hacía eso, cuando se iba de la nada, y eso era todos los días.

—Asuntos privados —fue lo único que respondió llenándolo más de intriga—. ¿Estás listo? Es hora de tu práctica.

Hoseok resopló: —Llevamos casi dos meses entrenando mi don, ya estoy cansado.

—No te pregunté si lo estabas. —Fue lo único que soltó el demonio con una sonrisa divertida y agarrándolo de la mano para teletransportarse al campo de práctica.

Luego de la práctica ambos se sentaron en el césped y Taehyung agarró la pierna de Hoseok para usarla de almohada como últimamente solía hacerlo. El pelinegro rió cuando el otro agarró su mano y la puso en su pelo dándole a entender que le haga masajes. Hoseok masajeó su cabello con una sonrisa. Feliz de hacerlo porque sabía que al otro también le gustaba. Cada vez más haciendo cosas que le recordaba a su vida con él antes del accidente.

—¿Tae?

—¿Qué pasa, ángel? —Hoseok mordió sus labios antes de hablar.

—No quiero volver al Cielo. Quiero... quiero quedarme contigo. —El castaño se quedó en silencio por varios segundos.