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Taehyung se sentía muy ilusionado, los últimos pensamientos de Hoseok lo habían dejado así

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Taehyung se sentía muy ilusionado, los últimos pensamientos de Hoseok lo habían dejado así. Si, lo sabía, no debía leerle sus pensamientos pero había sido inevitable. Necesitaba saber que pensaba de él. Y aún no podía evitar sonreír cada vez que recordaba que Hoseok lo había extrañado. También sabía que no debía ver sus recuerdos pero Taehyung necesitaba saber que Seokjin lo estaba cuidando bien, que le estaba... que le estaba dando cariño y haciendo feliz.

Porque aunque no fuera con él, quería que Hoseok se sintiera amado. Porque Hoseok era un ser había nacido para ser amado por todos.

Se encaminó hacia el punto exacto donde se veía con un par de príncipes del cielo. Esperaba que no fuesen conocidos suyos, aunque dudaba que mandaran a conocidos suyos a hablar con él. El cielo parecía estar pasando por extraño momento donde se desconfiaba hasta de los ángeles más antiguos, y no era para menos. Todo se debía a Taehyung y a quien lo había ayudado.

Estaba seguro que una de las primeras preguntas que le harían era eso último. Quién lo había ayudado a encarnar.

Taehyung nunca lo diría, y hasta había practicado su fuerza mental por si intentaban leer su mente.

—No uses tu poder de camuflaje o no te llevaremos al Cielo —dijo de pronto una voz. No sabía quien era pero por su aura supo que era un muy poderoso ángel mensajero, los únicos capacitados para comunicarse con demonios. Taehyung obedeció, temiendo de cierta forma que fuese todo una trampa aún pero era la única forma que conocía en donde podría volver al cielo como arrepentido y así poder cuidar a Hoseok.

Y verlo, pensó.

—A la mínima desobediencia acabaremos con tu existencia de inmediato. Tenemos órdenes de hacerlo, así que a partir de ahora harás todo lo que te digamos, ¿has entendido? —amenazó bruscamente un segundo ángel mensajero.

Taehyung asintió, sabía que algo así pasaría, ahora su existencia estaba en mano de aquellos dos ángeles mensajeros y se preguntaba si ellos no tenían planeado matarlo en realidad. Porque fácilmente podrían hacerlo y se justificarían con que los había desobedecido. No importaba si era un mentira, el Cielo festejaría su muerte. Para ellos era mejor un demonio muerto que vivo.

Lo teletransportaron al Cielo, exactamente a donde se reuniría con los principles. La luz lo cegó por largos segundos, olvidaba lo iluminado que siempre estaba el lugar y la blancura de todo a su alrededor.

—Sígueme —dijo el que le había hablado primero, mientras que el que lo amenazó lo siguió detrás suyo, vigilándolo. A la mínima de un movimiento que lo haría parecer sospechoso lo destruiría, estaba seguro—. Detente —pronto dijo elevando una mano. Cuando un conocido ángel mensajero se acercó a él—. ¿Sucede algo, Seokjin?

Seokjin le dio una mirada directamente a Taehyung, como si no lo hubiera visto antes. El castaño odio esa mirada y la sonrisa que burlona que hizo.

—Me ordenaron ayudarlos con —dijo cruzándose de brazos y haciendo un gesto con su cabeza a Taehyung—... El príncipe Wook llegará tarde por lo que tendremos que esperar en el salón AB. Ya sabes qué significa. —Taehyung quiso girar los ojos, él también sabía que significaba. Lo tendrían vigilado en aquel salón, uno de los de mayor seguridad, hasta que llegase el príncipe. Y estaba seguro que no sólo mandaron a Seokjin si no que también otros ángeles mensajeros más que seguro ya estaban en el salón.

Príncipe del Cielo [ vhope ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora