Príncipe del Cielo [ vhope ]

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Hoseok le había explicado a Namjoon varías veces que Seokjin no le obligó a nada, que Hoseok aunque no recordara de quien estaba enamorado, y tampoco recordaba aquel sentimiento, recordaba muy claro cuando decidió tomar aquella decisión. Lo mucho que prefería dejar de verdad sentir lo que estaba sintiendo en aquel momento.

Y, una vez más, no estaba arrepentido.

Estaba sintiendo el agrietado y áspero tacto del tronco en el que estaba sentado. Una vez más había venido a su mente una de las tantas cosas que le dijo Namjoon pero que más seguía dando vueltas por sus pensamientos.

—¿Jimin?

—Estoy aquí, Hobi —respondió aquel ángel tocando su mano.

Hoseok sonrió divertido, sabía bien que estaba ahí, podía sentir su aura angelical pero lo llamaba para tener su atención. Pero volvió a ponerse serio al recordar la pregunta que tenía.

—Lo que dijo Namjoon... sobre que pedí olvidar a ese ser al pensar que no me quería más pero que en realidad me amaba, ¿sabe lo que hice?

—Uh... si, él lo sabe —Hoseok se sintió un poco mal por esa persona, pero no sintió nada más.

—¿Qué dijo? ¿Se enojó?

Jimin suspiró tristemente: —No, lo creo. Nam me dijo que está triste... demasiado triste.

—¿Sabes quien es? ¿Cómo se llama?

—¿Por qué lo quieres saber? Dijiste que no querías estar cerca suyo a pesar de saber que él realmente te quiere...

Hoseok hizo silencio. Si, él había dicho eso, pero eso no significaba que no le daba cargo de conciencia saber que alguien sufría por él.

—Lo dije porque no quiero un romance y estar al lado suyo podría sólo lastimarlo a él. Supongo que los dos ya hemos sufrido demasiado, ahora me siento en paz y me gustaría que él también lo estuviera.

—Hobi-

—Si puedes ayudarlo, sería algo bueno, ¿no crees? —Jimin volvió a suspirar pero esta vez frustrado.

—Supongo que si... no te preocupes, él estará bien. Estoy seguro —contestó y al minuto siguiente se levantó—. O-oh, aquí está. Te dejo, Hobi, volveré por ti en unas horas, ¿está bien? —Hoseok asintió, ya podía sentir la segunda presencia a metros de ellos.

—Hola... Hoseok, Jimin —los saludó. El ángel pelinegro sonrió de inmediato y también lo saludó.

—Hola y adiós, Taehyung. Cuida bien a Hobi, ¡adiós Hobi!

—Adiós, Jimin —Hoseok se despidió y sintió cuando Jimin desapareció—. Ah, Tae, ¿cómo has estado? —dijo, no había olvidado que al parecer eran amigos. Se sintió un poco feliz de no sentir la extrema tristeza emanar de él como la última vez que lo vio a pesar de que lo sintió sentarse a su lado.