Príncipe del Cielo [ vhope ]

31

Hoseok volvió a bajar con Seokjin a la tierra, había pasado casi una semana de que lo había hecho. Sabía que estaba mal, en cierta forma, pero encontraba a la tierra un lugar muy interesante. Poco y nada recordaba de su vida ahí, ya que al parecer había pasado mucho tiempo con quien fue su ex pareja y los ángeles superiores decidieron borrarle muchos recuerdos a excepción de su infancia cuando al parecer no lo conocía aún.

Miró a su mano, a Seokjin no le gustaba que estuvieran materializados porque los hacía indefensos en caso de que algún demonio quisiera atacarlos. Sin embargo, consentía a Hoseok en estar así ya que a él sí le gustaba.

Comenzó a mover sus manos entrelazadas de como un niño logrando hacer sonreír a Seokjin.

—¿Me llevarás a comer comida humana? —preguntó Hoseok muy feliz.

—No tenemos dinero, amor. Lo siento —el ángel pelinegro hizo un puchero y lo besó haciéndolo poner tímido—. Robaría por ti, pero no puedo hacer eso, es malo.

—Lo sé... eres demasiado correcto —asintió envolviendo sus brazos alrededor del más alto quien lo miró contestó—. Por eso me gustas tanto —susurró tímido y se escondió en su pecho, abrazándolo.

—¿Le gusto al ángel más lindo del Cielo? —Hoseok sonrió ampliamente y golpeó su pecho avergonzado, ganándose una risa del otro.

Y cuando abrió los ojos se dio cuenta que ya no estaban en el shopping si no en la casa donde se encontraban sus flamencos y otras adquisiciones.

—Espérame aquí. Te conseguiré algo que te gustara, ¿está bien, Hobi? —Hoseok sonrió ampliamente y asintió feliz—. Si algo malo ocurre, ¿recuerdas como debes hacer para comunicarte conmigo, cierto?

—Si, lo recuerdo, Jinie —volvió a asentir feliz, mirándolo con mucha emoción por lo que le conseguiría.

—Vendré apenas me llames, ¿si, cariño? —Hoseok asintió y se acercó a besar su mejilla, haciendo sonreír al más alto—. Te amo, Hobi, no tardaré.

Murmuró y se alejó desapareciendo en una luz muy clara. Hoseok sonrió y se acercó a su colección de peluches y cds musicales, para ordenarlas mejor mientras esperaba el regreso del mayor.

Pero su felicidad no duró mucho en cuanto sintió la presencia de un ser de la oscuridad detrás suyo. Hoseok giró de inmediato encarándolo, intentando no llorar del terror que estaba sintiendo. Olvidándose por completo como debía hacer para comunicarse con Seokjin.

Ni siquiera sus propias palabras salían mientras veía a ese ente materializado en el cuerpo de un joven.

—El alma pura más buscado se quedó sin su guardaespaldas... es una lástima que yo justo estaba pasando por aquí cuando te noté tan solo. —Hoseok no podía moverse más que para temblar—. ¿Qué? ¿No sabes quien soy? Soy uno de los amigos de los demonios a los que mataste y pienso vengarme-