🌱Capítulo 7| Solo fue sexo🌱

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✴️POV CHRISTIAN✴️

Entré en la limusina y lo primero que hice fue oprimir el botón que levantaba el cristal y me aislaba de la cabina del conductor; necesitaba un poco de privacidad, para poder pensar. Me sentía aturdido por todos los acontecimientos de la noche, pero, sobre todo, lo que deseaba era alejarme de allí.

Me repantigué en el asiento y respiré sibilante; luego le hablé a mi chófer a través del intercomunicador.

Me repantigué en el asiento y respiré sibilante; luego le hablé a mi chófer a través del intercomunicador

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—A casa.

El automóvil no tardó en ponerse en movimiento. Llevé mi mano a mi polla, sosteniéndola a través del pantalón. La había follado muy fuerte; recordarlo no alivió mi desconcierto, sino todo lo
contrario: me puso duro de nuevo y deseé enterrarme otra vez en su coño suave, y apretado.

—¡Maldición!

Mesé mi cabello y me sostuve la frente. Me serví una medida de whisky que tomé sin respiro; esperaba que el alcohol aturdiese las voces de mi cerebro. Ipso facto, bajé el cristal comprendiendo que la soledad no era buena en ese instante para mí; necesitaba alejar mis pensamientos y centrarme en lo que verdaderamente importaba. Me moví hasta el asiento delantero, situándome tras la espalda de mi chófer, que terminaba de cruzar en aquel momento el puente de Manhattan.

—Taylor.

—¿Christian? -contestó con solemnidad. Su voz sonó tranquila y segura como siempre. Me echó una mirada a través del espejo; el reflejo de las luces exteriores iluminó su rostro, resaltando las arrugas del contorno de sus ojos. Éstas demostraban su experiencia, esa que sólo se consigue con los años.

—Tú conociste a mi padre tal vez mejor que su propia familia; tú lo acompañaste desde sus inicios y pasaste más horas a su lado que nosotros. —Fuiste su guardaespaldas y chófer desde que él era un italiano con sueños de hacer las Américas, como se decía en ese entonces, cuando mi padre llegó a este país. -Aquel hombre afirmó levemente con la cabeza.
— ¿Qué crees que él hubiera hecho esta noche? -De camino a casa de Nicole, lo había puesto al tanto de todo.

—Sin temor a equivocarme le diría que hubiera hecho lo mismo que usted acaba de hacer, enfrentar el problema. -Me estudió en silencio a través del espejo retrovisor; estuve casi seguro de que Taylor sabía muy bien lo que había pasado en el apartamento de Ana; sin embargo, se limitó a decir lo que yo esperaba escuchar. Era obvio que mi padre no se la hubiera follado como un animal como acababa de hacer yo-.
—Un general sabio se ocupa de. abastecerse del enemigo -citó a Sun Tzu, en El arte de la guerra-, —de la forma más conveniente -agregó.

Luego volvió a utilizar otra de sus estratagemas-. —Llévalos a un punto del que no puedan salir, y morirán antes de poder escapar.

Asentí, comprendiendo sus palabras, y me sentí aliviado; palmeé su hombro y recosté la cabeza suspirando profundamente.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora