🌱Capítulo 23|La Gala - Parte II🌱

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✴️POV ANASTASIA✴️

Poco a poco nos acercamos a la entrada del Gotham Hall. No era la primera vez que asistía a una fiesta de la alta sociedad, ya que, cuando estaba casada con José, a veces me tocaba acompañarlo... aunque en los últimos tiempos, por lo general, intentábamos disculparnos con sus padres y su abuelo, y dejábamos pasar la invitación, más que nada por Jake.

Había mucha gente en la entrada; no faltaba la prensa ni tampoco los curiosos, y también se veía un gran operativo de seguridad desplegado. Estaba temblorosa y no podía disimularlo. Christian cogió mi mano y la besó.

—Tranquila, todo saldrá perfecto. Estás hermosa, y no hay de qué preocuparse.

Asentí, pero las palabras no me salían. Me extrañó que Ryan no bajara. Cuando la limusina se detuvo, la puerta se abrió y vimos que Aos nos estaba esperando. Christian bajó de inmediato y las luces de los flashes empezaron a dispararse; luego habló unas breves palabras con Jason Taylor y, después, me tendió su mano para que descendiese del vehículo. Intenté serenarme y disfrutar. Nos fotografiaron; Christian me tenía muy pegada a él y eso me dio seguridad. Su brazo rodeaba toda mi cintura.

Le preguntaban a viva voz si yo era su pareja, pero él no contestó a nadie, simplemente me miró a los ojos con esa mirada que decía todo lo que sentía, y luego me besó castamente en los labios, entregándoles la foto que todos ansiaban tener del ma...

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Le preguntaban a viva voz si yo era su pareja, pero él no contestó a nadie, simplemente me miró a los ojos con esa mirada que decía todo lo que sentía, y luego me besó castamente en los labios, entregándoles la foto que todos ansiaban tener del magnate del petróleo más codiciado de Nueva York.

—¿Estás loco? Me acabas de besar delante de todo el mundo.

—Quiero que todos sepan que somos novios.

Algunos periodistas le gritaban preguntas insidiosas por los acontecimientos del Cipriani, pero él los ignoró, mientras yo no podía dejar de temblar. Caminamos por la alfombra roja hasta la entrada.

Al parecer, Taylor, también entraría

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Al parecer, Taylor, también entraría. Noté que tenía un cable tras su oreja y que hablaba por un micrófono que llevaba en la mano; caminaba por detrás de nosotros, guardándonos la espalda.

Apenas subimos los escalones, varios de los allí presentes se detuvieron para esperar a Christian, lo saludaron y él me presentó con solemnidad. Una de las personas era el representante de UNICEF y estaba acompañado por
su esposa; el otro hombre, un miembro de la ONU que iba con su mujer, se dirigió a Christian especialmente, agradeciéndole el compromiso filantrópico que
la empresa tenía con África, Medio Oriente y América Latina.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora