✨️Maratón de Navidad 3/3✨️🎅
✴️POV ANASTASIA✴️
Nos quedamos en silencio, como si de pronto nos hubiéramos metido en un callejón sin salida, mirándonos, deseándonos, pero ambos sabíamos que no había remedio para nosotros, como tampoco lo había para lo que sentíamos. Así que comprendí que era importante alejarme, aunque eso significara perder al hombre al que amaba con locura. Era hora de frenar esa maldita paranoia y poner los pies sobre la tierra.
No podía pretender que aceptase un pasado que ni siquiera yo misma podía aceptar. Se habían difundido unas cuantas fotos nuestras, pero ¿qué era eso en realidad? Nada, en un par de días nadie se acordaría de mí y su vida volvería a ser perfecta, como era antes de que yo apareciera en ella. Él volvería a ser el soltero más codiciado, el magnate del petróleo que todo lo que tocaba lo convertía en oro; se acostaría con alguna modelo, o actriz, como la madre de Phoebe... una chica más acorde a él, una socialité o tal vez, simplemente, volvería a buscar a Darleen. Sentía que iba a ponerme a llorar de nuevo.
—¿Puedo usar tu baño para lavarme la cara?
—Sí, claro; yo iré a cambiarme la camisa.
Vi que tenía la pechera mojada y manchada con mi rímel. Noté que junto al baño había otra puerta, por la que entró. Supuse que tendría un vestidor ahí dentro, o quizá una habitación... ¿un picadero tal vez? No iba a fisgonear, aunque me muriese por saber qué había allí. Dejé la puerta del baño abierta, pues sólo iba a utilizar el agua para aclararme las lágrimas. Al cerrar el grifo, cogí una toalla para secarme y percibí que olía a él; aspiré con fuerza, quería llevarme su olor.
¡Mierda, era patética y estaba desesperada! Colgué la toalla y, cuando me di media vuelta, él me estaba observando en silencio. No había terminado de abrocharse la camisa y parecía un maldito dios del sexo. Mi rey Midas era como una tormenta perfecta, esa que sabes que no puedes eludir. Dio dos zancadas y se acercó a mí, pero puse las manos, deteniéndolo.
—Es increíble, yo también necesito tu olor.
—Christian, no hagas esto más difícil. —Estoy demasiado rota, estamos demasiado rotos los dos, dejémoslo todo aquí.
Tenía que irme, pero me temía que no era capaz de ello si él no se hacía a un lado; era débil, y en mis fantasías yo esperaba que todo se solucionara de alguna manera. Me sentía aturdida y vacía, y no quería seguir llorando frente a él, pero, como no me fiaba de mí misma, le anuncié:
—Me voy.
—Déjame llevarte.
—No es necesario, tienes que trabajar y ya te he hecho perder un almuerzo; además, abajo me está esperando el chófer de José.
Chasqueó la lengua y sé que no le gustó saber que prescindía de Taylor.
—Te acompañaré hasta abajo, entonces. Déjame terminar de vestirme.
Abandonó el baño metiéndose los faldones de la camisa en el pantalón, y salí tras él admirando su ancha espalda, esa espalda en la que tantas veces me había aferrado. Se perdió nuevamente en esa habitación y yo me quedé de pie en la inmensa oficina. Todo era tan doloroso que ni la opulencia ni la majestuosidad de ese sitio lograban distraerme. Me acerqué a uno de los ventanales con vistas a la ciudad, comprobando que el paisaje de Manhattan jamás decepcionaba; de hecho, visto desde esa altura cortaba la respiración.
Entendía perfectamente por qué Luka era un bastardo arrogante con complejo de Dios; estar en esa torre era como estar montado en un gran trono, y él necesitaba estar seguro de que lo tenía todo bajo control. Estaba inmersa en un remolino de emociones desenfrenadas; sin embargo, comprendí que no tenía sentido continuar esperándolo, así que me di media vuelta y fui a por mi bolso, para irme por donde habíamos entrado ¡Maldición! La puerta estaba trabada, él la debía de haber cerrado cuando entramos, pero estaba tan descompuesta que no me había dado cuenta.
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¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1
RomanceBilogía romántico-erótica❤🔥🌱 Adaptación de la historia de la autora Fabiana Peralta con los personajes de 50 Sombras de Grey de E. L. James. 🚨MUY IMPORTANTE 🚨 Es una adaptación, no Plagio.