🌱Capítulo 33|Jack Grey🌱

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✨️Maratón de Navidad 7/7✨️🎅

✴️POV CHRISTIAN✴️

Estaba dispuesto a luchar contra todo, su tranquilidad era mi prioridad; sin embargo, sacar a Baroswki de nuestras vidas no era lo único de lo que debía ocuparme. Cada día, la lista de amenazas parecía extenderse. Entre otra de mis prioridades estaba la de estabilizar la empresa; lo descubierto en las últimas horas me había dejado tambaleando, pero, aún así, no lograba desentrañar el asunto del fracking, y además debía sumar a todo ello el hecho de que debía proteger a la hija de mi hermano y a la madre de Ana.

Los focos de peligro que amenazaban con derrumbar todo el imperio que mi padre había construido se multiplicaban día a día, y yo parecía no hallar la solución a nada. Ana por fin se había dormido. La había tranquilizado con caricias y besos, y en ese momento yacía exhausta entre mis brazos; estaba agotada, y creo que yo también lo estaba.

* * *

Al día siguiente, muy temprano, estábamos listos para dejar el hospital.

—Cariño, quisiera irme contigo, pero tengo una junta que se ha convocado en el último momento y no puedo faltar. —Ya tienes el alta, así que Taylor te llevará a mi apartamento, el que yo ocupaba cuando no tenía a Phoebe. —Debes prometerme que no irás a ningún lado sin él. ¿Estamos de acuerdo?

—Ya lo he entendido.

—Bien, de esa forma podré centrarme en el trabajo; estoy teniendo unos días muy complicados. —Ven aquí, déjame abrazarte y besarte Ana -quise insistir-: —prométeme también que, cualquier cosa que ocurra, seré el primero en saberla, que me llamarás a mí. —Si no consigues localizarme, contacta con Taylor, y también tienes el teléfono de Ryan.

 —Si no consigues localizarme, contacta con Taylor, y también tienes el teléfono de Ryan

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Ella asintió con la cabeza.

En ese instante llegó una enfermera a recogerla, ya que era protocolo del hospital que los pacientes salieran en silla de ruedas. En la calle, Ryan estaba esperándome, así que la ayudé a entrar en el Galibier mientras Taylor metía sus pertenencias en el maletero, y acto seguido me despedí de ella con besos suaves que esparcí por toda su cara.

—Te llamo más tarde, apenas tenga un hueco, ¿sí?; hoy tendré un día muy complicado.
—Recuerda que me prometiste que concertarías una cita con tu terapeuta. —Taylor te llevará, o veré si puedo acompañarte personalmente.

—Tú tienes que ocuparte de Phoe, despreocúpate de mí.

—Cómo si eso fuera posible.

—Sé que no es momento para hablarlo, pero estoy intranquila por mi trabajo.

—Olvídate del trabajo; hasta que esto no se resuelva, no volverás.

—¿Qué? No puedes decidir por mí.

—Oh, sí, créeme que puedo. -Ya has visto lo fácil que resultó para él abordarte.

—Pero... me llevará Taylor... Perderé el empleo. —Ya sé que con estos moratones no puedo ir, pero necesito regresar cuanto antes.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora