🌱Capítulo 8|Conociendonos🌱

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✴️POV ANASTASIA✴️

Bajo la cornisa de mi edificio, miré con recelo hacia todas las direcciones. No era agradable sentirse observada; sin embargo, no vi a nadie sospechoso. Apenas salí del ascensor, lo que hallé en la puerta de mi apartamento me dejó de piedra: Christian Grey estaba esperándome junto a ella.

Estaba allí plantado, con su traje a medida azul marino, su camisa de color blanco, y el pelo peinado hacia atrás, despejando por entero su perfecto rostro y revelando unos ojos de un gris acero similar a la plata, intenso y cegador.

En conjunto, ese hombre cortaba el aliento a quien lo mirase, y me hacía estremecer

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En conjunto, ese hombre cortaba el aliento a quien lo mirase, y me hacía estremecer.

—¿Qué haces aquí?

—Por si se te ocurre evitarme, que sepas que no podrás hacerlo.

—Esto es acoso.

Me agarró por la nuca y selló mi boca con la suya; su lengua no pidió permiso para acariciar la mía. Primero me opuse, pero ¿cómo podía resistirme ante una fuerza tan avasallante? Se apartó de golpe y me dejó temblando, cogió la llave que llevaba en una mano y abrió la puerta, y luego me invitó a entrar en mi apartamento.

—No iré a ningún lado contigo; lo que pasó anoche fue un error, un tremendo error.

—Deja de ponérmelo difícil, Anastasia; sabes perfectamente que, lo de anoche, no fue un error.—Atravesándome con la mirada, su voz sonó exasperada y urgente-. —Lo que ocurrió fue algo que no planeamos, pero que tú como yo deseábamos.

Se pasó la mano por el pelo y por la nuca, y yo seguí todos sus movimientos; quería rechazarlo, pero una parte de mí se alegraba de que él también sintiera esa conexión que yo había advertido. Era demasiado seductor, y había estado dentro de mí de forma demoledora; me resultaba imposible borrarlo de mi memoria. No podía ser hipócrita y decir que no ansiaba otra oportunidad junto a él.

Entré titubeante; mis pensamientos vagaban sin sentido, incluso parecía haber olvidado por qué me había acercado a él.

—Tobby, no saltes, compórtate.

Christian entró detrás de mí, y entendí que no podría escaparme fácilmente de él.

—¿Su nombre se deriva del hebreo Tobias, lo sabías?

—Sí, lo saqué de ahí, pero además porque es unacombinación de dignidad y coraje. Es sumamente inteligente, como en la biblia.

—Acaricié a mi perro-; es mi cable a tierra cuando llego del trabajo, es... mi gran compañero.

Christian le acarició la cabeza, manteniendo la otra mano en el bolsillo, y mi seducido can se deshizo con su caricia. No podía culparlo, yo me desarmaba cuando Christian solamente me miraba. Dejé las cosas que llevaba sobre la mesa y me quité el abrigo.

—Tómate tu tiempo. Si lo prefieres, podemos pedir comida y cenar aquí.

—Pareces no escucharme. -Suspiré sonoramente.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora