🌱Capítulo 15|¿Que sientes por mí?🌱

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✴️POV ANASTASIA✴️

—¿Qué hacen aquí?

—¿Qué hacías tú con el bombón de Brad? -preguntó Susana, mientras Hanna quitaba las cosas de la mesa y Kate servía la comida vegetariana que habían traído.

—Somos amigos; hacía días que no nos veíamos -le contesté despreocupada mientras sacaba vasos del armario-.
—¿Por qué me miran así?

—Bueno, te pasas todo el tiempo diciendo que con el vikingo no tienes nada, pero las ganas que él te tiene son más que evidente. —Hasta me ha dado pena llegar y que se fuera -explicó Kate, al tiempo que fruncía la boca.

—Menos mal que se ha ido, porque hay muchas cosas que, tú, nos tienes que explicar.
—Para eso estamos aquí‐ aseguró Susana, y yo miré a Kate para saber si había abierto la boca. Me hizo un gesto imperceptible, asegurándome que no.

—Bueno, Susana, acaba con el misterio: nos has llamado y aquí estamos, así que desembucha de una vez, porque yo también estoy intrigada -acotó Hanna, acomodando los cubiertos en la mesa.

—Tengan paciencia, ya se los contaré.

—También tengo curiosidad y, si hay algo que se supone que debo explicar; les juro que no tengo ni una pista de qué se trata.

Estábamos sentadas rodeando la mesa baja de la sala.

—¿Qué tienes con Christian Grey- soltó Susana cuando quedamos en silencio-, —¿y por qué no nos has dicho nada de su existencia?

Casi me atraganto con el bocado que me había metido en la boca. Fulminé a Kate cuando Susana pronunció el nombre de Christian.

—No me mires así, yo no he dicho nada.

—Traidora, tú lo sabías -la acusó Susana a Kate.

—Christian Grey... ¿Acaso no es el bombón que estaba en el Palace el otro día? —¿El amigo de los guapos Elliot, Luke  y Paul?

—Sí, Hanna; Trojan para los íntimos- apostilló Kate.

Dejé mi tenedor en la mesa. No tenía ni idea de cómo se habían enterado, pero mis amigas lo sabían. Kath decía que no había dicho nada y le creía, pero en ese momento había soltado la lengua para pronunciar el estúpido apodo que le había endilgado.

—Fue un estúpido revolcón, nada más.

Quise restarle importancia, pero entonces Susana dejó su tenedor a un lado y fue a por su tablet. Cuando regresó, ya presentía lo que enseñaría; hasta ese instante había olvidado que nos habían fotografiado en Macy’s, pero acababa de recordarlo y estaba  de que las fotos ya estaban circulando por todo Internet. «Mierda, ¿cómo no se me ocurrió buscarlo hoy temprano para estar prevenida?»

—¿Esto, para ustedes, es un simple revolcón? -preguntó Susana en tono burlón. Kate y Hanna se plegaron junto a mí para mirar la pantalla de la tablet.

¡Dios!, quería que la tierra me tragara. No nos habíamos dado cuenta de que los paparazzi nos habían seguido a la juguetería.

—Estaban comprando juguetes para la niña, y tú, palpando su culo.

Las tres me estaban dirigiendo sus escrutadoras miradas, mientras yo fijaba, atónita, mi vista en la pantalla.

—Si de algo te sirve, amiga, yo no te culpo por estar pellizcándolo - intervino Kate-, —¡qué buen trasero tiene!

—¿Quién es la niña?- quiso saber Hanna.

—Su hija.

—¿Te has liado con un hombre casado? -me recriminó Susana, horrorizada.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora