🌱Capítulo 17|Enamorada🌱

519 63 10
                                    

✴️POV ANASTASIA✴️

—Te ves radiante, mi hermosa valkiria guerrera.

El camarero se acercó y pedimos rápidamente dos platos que habíamos
probado en otra oportunidad.

—No seas adulador. -le corté rápidamente-. —¿Dónde has estado, si se puede saber? Porque en Nueva York no has cogido ese tono dorado.

—Sabes que para ti no tengo secretos. El fin de semana me fui con Jeff al Caribe.

—Me alegra saber que las cosas están mejor. -Cogí su mano y se la besé.

—Humm, no tanto como te estás imaginando.

—Pero se han ido de viaje, y estoy segura de que lo habéis pasado de maravilla.

—Me dio un ultimátum, está harto de andar a escondidas. El fin de semana fue glorioso, pero Jeff continúa en lo mismo: quiere que aireemos nuestra
relación.

—Suena muy justo, hace tres años que espera. —Realmente es un santo y, por encima de todo, te adora, por eso aguanta. -José se encogió de hombros.

—No puedo hacer lo que me pide.

Nos trajeron el vino, un Sauvignon Blanc para él, y para mí un Reserva de una bodega argentina de la zona de Mendoza, donde se cultivaban los mejores vinos Malbec del planeta; cuando iba a ese restaurante, La Locanda, me encantaba beberlo y siempre lo pedía. Tomé un sorbo, disfrutando del sabor, y continué hablando.

—Por supuesto que puedes, estoy cansada de decírtelo: debes pensar por una vez en ti, en tu felicidad, y, si amas a Jeff, también en la suya.

—Mi madre se moriría de la vergüenza; no sabría cómo enfrentar a sus amigas y no soy capaz de provocarle tanto dolor. —Mi abuelo me desheredaría sin dudarlo, y mi padre nunca volvería a dirigirme la palabra. —Por otra parte, la imagen de mi hermano se vería afectada en el senado; no necesita un escándalo en estos momentos, en plena campaña, así que, como verás, no puedo sólo pensar en mí.

—Me estás haciendo enojar, José Rodriguez Adams. —Son puras excusas, y lo peor de todo es que siempre tienes una nueva. —Jeff se cansará.

—Le he pedido tiempo, hasta que finalice la campaña de Brandon.

—¿Y luego qué nueva excusa encontrarás?

—Cambiemos de tema, hablemos de ti. Antes, por teléfono, me has comentado que necesitas hablar conmigo. —De verdad que te veo muy bien, ¿te has hecho algo? —Te ves diferente.

—Estoy igual que siempre y deja de adularme para cambiar de conversación.

—Nena, te juro que te ves radiante, pareces recién follada.

Cerré los ojos sin decir nada; al abrirlos, José me estudiaba mientras sorbía de su vino.

—Confírmame lo que creo: estás saliendo con alguien. —Me harás el hombre más feliz de la tierra. —Porque tú predicas acerca de mi felicidad, pero ¿qué hay de la tuya?

—Bueno... justo empezamos a conocernos. —Pero creo que es un error en todos los sentidos de la palabra.

—Por lo visto, tú y yo, es lo único que cometemos en nuestras vidas. —Al final voy a acabar pensando que debimos seguir juntos; al menos en ese tiempo nos sentíamos siempre acompañados.

—Menos mal que Jeff no está aquí; si yo fuera él y te oyera decir esto, te patearía el trasero ahora mismo.

—Cuéntame cosas acerca del que te estás follando, porque imagino que ya te lo has tirado, ¿no?

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora