🌱Capítulo 44|Mi Hombre🌱

654 70 18
                                    

🌟Maraton 3/3🌟

⚠️+18

✴️POV CHRISTIAN✴️

Darleen fue quien consiguió que el organizador del networking nos invitara. Tras algunos breves saludos, nos acercamos a varios empresarios que conocía muy bien y con los que me interesaba contactar. A mi gerente de contratos y certificaciones ya la conocían, así que no hizo falta que se la presentara; luego presenté a Ana como mi prometida y adulé sus dotes de ingeniera ambiental, hecho que no pasó para nada desapercibido a los miembros de Divest-Invest.

—Anastasia, además, es miembro de Healthy life -les expliqué a Chuck Allen, Cindy Graham y Melvin McCoy.

—¿Ecologista? -expresó Graham irónicamente.

—Así es -contestó mi mujer con convicción-. —La Tierra ama nuestras pisadas, y teme nuestras manos, así que hace falta gente que la defienda de las manos destructoras del hombre.

—Vaya, Grey, esto sí que es una gran sorpresa: un magnate del petróleo, un hombre que destruye el planeta, con una mujer que defiende el medio ambiente.

—En Renewables Grey, aunque todo está sumamente controlado, somos plenamente conscientes de que los combustibles fósiles están influyendo seriamente en el calentamiento global del planeta; por tal motivo, estamos pensando en un cambio. -Advertí la confusión de Ana; quizá habría sido buena idea advertirla, pero quería que eso también fuera una sorpresa-. —Estamos pensando en producir energía de biomasa.

A esas alturas, sabía que el bombo con que había presentado a Ana no le había pasado desapercibido a Darleen. A pesar de que ella era una incondicional mía, debí haberle dicho mis verdaderos propósitos: quería a Anastasia dentro del proyecto. Sólo esperaba que no fuera demasiado para Harper, y que supiera separar las  cosas.

—¿Qué pasa, Grey? ¿Acaso quiere ser el nuevo Nathaniel Rothschild?

—No se trata de ninguna estrategia financiera. Renewables Grey no venderá sus activos para que caigan las acciones, provocando una catástrofe en la bolsa de valores; no queremos salir de incógnito a comprarlas a precios paupérrimos, convirtiéndonos de esa forma en amos absolutos del petróleo en Estados Unidos. —Sé que el fantasma Rothschild sobrevuela siempre que una empresa petrolera dice que ha decidido reinvertir en energía limpia, pero la reinversión que tengo en mente nada tiene que ver con desinversión. —Además, creo que esto es lo que mi padre querría si estuviese vivo; a él le preocupaba mucho la preservación del planeta, y como CEO de la compañía no puedo seguir mirando para otro lado. Renewables Grey es muy consciente del imperativo moral de preservar la madre Tierra saludablemente, y estoy convencido de que el modo de hacerlo es inventando tecnología mejor, y más limpia.

—Estamos en pleno proceso de buscar alianzas estratégicas para cerrar negocios -aportó Darleen.

—Y estudiando la posibilidad de reinvertir nuestros beneficios en este tipo de energía -aseveré de forma concluyente-. —Ya tenemos en mente unos terrenos en South Bay, donde podríamos construir la planta. —¿Su prometida tiene algo que ver con este proyecto?-preguntó sin tapujos McCoy.

—Es mi inspiración, por supuesto.

Su sonrisa era amplia y vi que mi proyecto la llenaba de orgullo. Me hubiese encantado enfrascar esa sensación de agradecimiento.

—Entonces... ¿eso significa, Grey, que está buscando inversores?

—Cindy- intervino de pronto Ana-, —¿puedo llamarla Cindy?

—Desde luego, ¿Anastasia, cierto?

—Así es. Como le decía, Cindy, un empresario siempre busca inversores; el crecimiento está en las oportunidades de negocio que pueda vislumbrar -intervino ella, sorprendiéndome-.
—Y un proyecto como éste los necesitará; desde luego necesitamos apoyo, y gente que se sume y crea que es posible limpiar el planeta; ambicionamos detener el efecto invernadero y atenuar las consecuencias del calentamiento global.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora