🌱Capítulo 47|Conspiración-Parte 2🌱

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✴️POV CHRISTIAN✴️

-No hagas una estupidez, ya estoy subiendo.- me dijo Ryan.

-Mierda, hay más gente en el vestíbulo, en la salida del ascensor. -Maldición, están por todas partes. ¿Quién mierda son? ¿Qué mierda está ñ pasando?

-Maldición.

-¿Qué sucede?

-Los hombres que están en los molinetes no son los habituales, creo que los han reemplazado; tampoco están los de seguridad del edificio y han cerrado la torre.

-Saldré de aquí, iré yo mismo a por Ana.

-No, mi padre ya llega; sólo aguarda un poco más y dime qué mierda ves
en las pantallas de las cámaras.

-Están hablando entre ellos; cuentan con dispositivos de comunicación
inalámbricos. -Hay uno que claramente parece el líder; no tengo audio más que en las cámaras de mi vestíbulo. -¡Maldición!, acaban de apagar mis cámaras. -No cortes, llamaré a Ana por la otra línea; quiero comprobar cómo está y
tranquilizarla diciéndole que yo estoy bien.

-No utilices la línea de la empresa. -Si están controlando las cámaras, bien pueden controlar las comunicaciones, y los pondrás en alerta de que
-Ana está allí. -Busca tu teléfono de emergencia, se supone que lo tienes contigo.

-Sí, lo tengo; colgaré durante unos minutos. -Cuando lo hice, mi teléfono vibró en mi mano.

-Cariño, ¿estás bien?

-Por fin nos atiende, señor Grey. -Sólo espero, por el bien de su prometida, que no haya alertado a la policía.

Todo se movió a mi alrededor y se convirtió en un agujero negro; la tenían, la habían hallado. Mi pecho ardía; tuve que aflojarme la corbata, ya que sentía que no podía respirar.

-¿Qué mierda quieren? -No le hagas daño, bastardo cabrón, o te prometo
que te arrancaré el corazón.

Abrí el cajón de mi escritorio y le escribí un texto a Ryan desde el otro
móvil.

Christian: La tienen, me acaban de llamar.

Tras advertir rápidamente a mi guardaespaldas, puse el teléfono en altavoz mientras lo llamaba, para que él también pudiese escuchar la conversación.

-¿Me está oyendo, señor Grey? -Ábranos la puerta de su despacho y la
dejaremos ir.

Había conectado un auricular al teléfono donde tenía la llamada con Ryan para poder oírlo solamente yo; las manos me temblaban, así que tardé una eternidad en poder hacerlo.

-No lo hagas, la única forma de garantizar que ambos sigamn con vida es.que continuéis separados. -Es evidente que ellos quieren algo de ti; por consiguiente, si le hacen algo, no lo obtendrán. -Cuélgales. -Mi papá acaba de llegar, ha entrado por el subsuelo y estamos preparados para subir -me indicó Ryan a trompicones.

-Juro que te mataré si le tocas un solo pelo -advertí al hijo de perra que hablaba con el móvil de Ana.

-Cuelga el maldito teléfono, Christian, no hables con ellos -me ordenaba mi
hombre de seguridad, pero yo lo ignoraba; estaba centrado hablando con el atracador.

-Déjame escucharla, bastardo, ponla al teléfono -le exigí al delincuente.

Me importaba sinceramente un carajo lo que Ryan me indicaba; necesitaba oírla y estar seguro de que ella estaba bien.

-Maldición, Christian, te estoy diciendo que no hables con ellos.

Oí al otro lado de la línea su respiración mezclada con sollozos que
intentaba contener, y la tensión comenzó a acumularse lentamente en mi pecho; la instaban a que hablase, pero Ana no lo hacía.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora