🌱Capítulo 43|Mi Prometida🌱

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🌟Maratón 2/2?🌟

✴️POV ANASTASIA✴️

De camino al ático, intenté alejar el profundo remordimiento que me causaba haberme dejado arrastrar por mis amigas y gastar todo ese dinero innecesario en las compras que realicé. Tal vez el Dr. Flynn tenía razón y debía disfrutar cada momento, en lugar de no padecer por todo lo bueno que me estaba ocurriendo.

Haber ido a terapia después de mis desenfrenadas adquisiciones me había apaciguado bastante; la doctora siempre lo hacía parecer todo muy normal. Cuando llegamos a la torre Walker, Taylor, muy amablemente, me ayudó a subir los paquetes. En el viaje en el ascensor, me animé y le pregunté.

—¿Cuánto hace que conoces a Christian?

—Veintiséis años; él era muy pequeño cuando empecé a trabajar para su padre.

—¿Crees que me he pasado comprando cosas?

—Creo que Christian estará feliz. —Si la hubiese visto reírse como la vi hacerlo con sus amigas, sin duda que le daría otra tarjeta más.

—Sé que tú lo sabes todo de mí; quiero darte las gracias por ayudarlo a capturar a Lezek.
—Por ponernos a todos a salvo. —¿Sabes?, me cuesta aceptar obsequios, ya te imaginarás por qué.

Taylor miraba fijamente los números del ascensor; se mantenía imperturbable como siempre, sin mostrar ninguna emoción; sólo había asentido bajando la cabeza cuando se lo agradecí.

—Le contaré una confidencia que tal vez la haga sentir mejor.

Me miró de soslayo.

—Te prometo que será como si nunca me hubieras dicho nada.

—No es nada comprometido, pero por lo general no opino de lo que hacen mis patrones, salvo que ellos me lo soliciten.

—Sé que eres muy discreto, supongo que por eso hace tantos años que  estás con los Grey.

Sonrió, jamás lo había visto haciéndolo tan ampliamente. Sus arrugas se acentuaron en los ojos.

—Me ha tocado llevar de compras a la señora Grace y a la señora Mía. —Esto señaló las bolsas que estaban en el suelo-; —no es nada comparado con lo que ellas están acostumbradas a gastar. —Christian recibe los extractos de sus cuentas mensualmente. —Así que, créame, es muy probable que él le diga «¿sólo  te has comprado esto?». -Supongo que el rostro se me iluminó de pronto-.—  Disfrute, ha sido un día muy divertido. —Aférrese a la palabra que su amiga le  grabó en esa cadenita. —Las cosas no suceden nunca porque sí; ambos estaban esperando encontrarse. —El momento perfecto es ahora.

Me apoyé en su brazo y me estiré para alcanzar su mejilla y besarlo. Nunca había tenido un padre; los esposos de mi madre habían sido todos unos desastres. Taylor me caía bien y, además, sabía dar buenos consejos. Encima, estaba segura de que apreciaba mucho a Christian y eso lo hacía más meritorio para mí. Sin duda Ryan debía de estar muy orgulloso de él.

Después de dejar los paquetes en el recibidor, despedí a Taylor asegurándole que yo me arreglaba sola. Tan pronto como se fue, pataleé para quitarme los zapatos; me dolían
tremendamente los pies. Tomé algunas bolsas para llevarlas al dormitorio; seguramente debería hacer lugar en el vestidor. El doctor Flynn había dicho que tenía que empezar a creer, así que buscarle un sitio a mis pertenencias me parecía un buen comienzo.

Estaba convencida de que no había nadie en el apartamento, así que, tras poner orden, pensaba darme un baño y prepararme con tiempo para el networking al que tenía que acompañar a Christian.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora