SEHUN
Cuando Sehun se subió al bus, acomodó los cómics y puso la cinta de The Smiths en el asiento junto a él, así solo estarían esperando por él. Así no tendría que decir nada. Cuando él se subió al bus unos pocos minutos después, Sehun podía decir que algo andaba mal. Se subió como si estuviera perdido y hubiera terminado ahí. Estaba usando la misma ropa que había usado ayer, lo cual no era tan raro, él siempre usaba distintas versiones de lo mismo, pero hoy era diferente. Su cuello y muñecas estaban desnudos, y su cabello era un desastre.
Se detuvo en su asiento y miró hacia abajo la montaña de cosas que había dejado para él (¿Dónde están sus libros?, se preguntaba). Entonces recogió todo, cuidadoso como siempre y se sentó.
Sehun quería ver su cara, pero no podía. En cambio, se quedó mirando sus muñecas. Él recogió el cassette. Había escrito "How Soon is Now y Más" en la delgada cinta blanca.
Se lo entregó.
—Gracias... —dijo. Ahora eso era algo que nunca le había escuchado decir antes—. Pero no puedo.
Él no lo tomó.
—Es para ti, tómalo —susurró. Miro desde sus manos hasta su barbilla caída.
—No —dijo—. Quiero decir, gracias, pero... no puedo. —Trato de darle la cinta, pero él no la tomó. ¿Por qué tenía que hacer que las cosas fueran tan difíciles?
—No lo quiero —dijo Sehun.
Apretó sus dientes y se enojó. Él de verdad debía odiarlo.
—No —dijo, lo suficientemente alto como para que los otros escucharan—. Quiero decir, no puedo. No tengo con que escucharlo. Dios, solo tómalo.
Lo tomó. Él se cubrió su cara. El chico en el asiento frente a ellos, un estúpido sénior que en realidad se llamaba Junior, estaba mirando.
Sehun le frunció el ceño a Junior hasta que apartó la vista. Después Sehun volvió la atención hacia el pelirrojo...
Sacó su Walkman del bolsillo de su abrigo y le metió su cinta de Dead Kennedys. Deslizó la nueva cinta, presionó play, entonces, cuidadosamente, puso los auriculares sobre su cabello. Era tan cuidadoso, que ni siquiera lo tocó.
Podía escuchar el comienzo de la pantanosa guitarra y después la primera línea de la canción. Soy el hijo... y el heredero...
Levantó su cabeza un poco, pero no lo miró. No movió sus manos de su cara. Cuando llegaron al colegio, se quitó los auriculares y se los devolvió. Se bajaron del bus juntos y permanecieron juntos. Lo cual era raro. Usualmente, se repelían el uno al otro tan pronto como tocaban la acera.
Era por eso que parecía raro ahora, pensó Sehun; recorrían el mismo camino cada día, su casillero estaba justo al final del pasillo en donde estaba el de él, ¿cómo habían logrado ir por separado cada mañana?
Sehun se detuvo por un minuto cuando llegaron a su casillero. No se alejó de él, pero se detuvo. Él se detuvo también.
—Bueno —dijo, mirando hacían el final del pasillo—, ahora has escuchado a The Smiths.
Y eél...
Luhan se rió.
LUHAN
Simplemente debió haber tomado la cinta.
No tenía necesidad de decirle a nadie lo que tenía y lo que no. No necesitaba decirle nada a un raro chico asiático.
Estaba casi seguro que era coreano. Era difícil de decir. Tenía ojos marrones. Y la piel del color de la nieve. Luhan solo había conocido a una persona asiática antes, YiXing, que estaba en su clase de matemáticas en su antigua escuela. YiXing era chino. Sus padres se habían mudado a Omaha para escapar del gobierno Chino. (Lo cual parecía una decisión extrema. Como si hubieran visto un globo terráqueo y dicho, "Sip. Eso es lo más lejos posible").