-El alquimista y su asistente-

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¿Por qué hace tanto frio?, ¿abre dejado la ventana abierta?

El poder observar a alguien pasar por el pasillo me hizo recordar que me había quedado sin puerta, espero que quien quiera que se encargue de reponer puertas o cosas asi no tarde demasiado en reponerla. Aun asi no puedo estar asi al "aire libre", cuando me esté cambiando de ropa no quiero sentirme observado, por lo menos debería de poner una de las sábanas.

Podrás salir del tercer mundo pero el tercer mundo nunca saldrá de ti... incluso supe de un tipo que usaba como puerta un colchón o algo parecido. Juraría que durante el tiempo en el que me estaba cambiando podía sentir varias miradas, pero seguramente solo sea un sentimiento de inseguridad por no tener puerta.

Ya tendida mi cama y puesta la sabana como puerta debía dirigirme a mi rutina matutina de entrenamiento con el resto de la compañía, parece que después del torneo más integrantes de los caballeros han estado entrenando con más frecuencia con sus respectivas compañías.

Aunque por una parte es bastante bueno ya que eso significa que la ciudad estará aún más preparada si alguna catástrofe ocurriera, por otra parte extrañare la tranquilidad que había cuando había menos gente por aquí.

El entrenamiento tampoco fue cosa de otro mundo aunque fue un poco más duro de lo normal seguramente una especie de "venganza" de Eula, todo estaba siendo bastante tranquilo... normal, extrañamente normal.

Eula – Aunque hayamos vuelto a los días tranquilos, no significa que podamos abandonar nuestro entrenamiento, ahora retírense y cumplan sus obligaciones como caballeros de Favonius.

Todos - ¡Si señora!

Eula – Amber tú y yo tenemos instrucciones de acabar con algunos campamentos Hilichurl espera aquí debo de ir al cuartel por algunos documentos.

Amber - ¡Claro!

Eula - Y tú, no quiero que te metas en nada raro más que nadie deberías saber que pronto estaremos todos muy ocupados por la expedición a Espinadragón. Y después de todo por tus capacidades no solo eres uno de los miembros más importantes de la compañía, sino que incluso la gente relaciona tu cara a los caballeros.

T/N – Si capitana.

Normal con esta carita quien no se acordaría de mí, las debo de tener locas.

Amber – Especialmente entre los hombres.

¿Disculpa?

T/N - ¿Y-y p-porque entre los hombres?

Amber – B-bueno ya s-sabes están esos r-rumores.

T/N - ¡¿Qué tipo de rumores?!

Amber – Y-ya sabes esos en los que supuestamente te estas armando un h-... además -dijo mientras se empezaba a sonrojar- dicen que te gusta meterte con las monjas de la iglesia.

Menos mal, porque ya me estaba imaginando otras cosas porque yo respeto pero eso no me gusta a mí, aunque viendo bien a-

T/N – ¡No!, ¡No!, ¡No!

Amber – No te preocupes esos rumores deberían de desaparecer no es como si te hayan visto pasear por las calles por ejemplo; de la mano con Rosaria.

T/N – Supongo que tienes razón eso no podría pasar ¿no?

Pero hay algo más raro detrás de todo esto ¿Quién divulgo esos rumores?, solo 7 personas sabíamos de eso y a nadie le debería interesar que se esparzan a menos que...

¿? ¿? – D-disculpen estoy buscando a la capitana Eula, ¿se encuentra por aquí?

Volteo y no veo a nadie solo un cabello de color verde azulado mientras mi mirada iba bajando cada vez más pude notar unas pequeñas orejas como las de un zorro que hicieron un movimiento que pagaría por volver a verlo. Y una mirada de confusión y timidez cuando nuestros ojos se encontraron.

Una aventura en Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora