-S2 cap. 1 Liyue-

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—¡Por fin hemos llegado! — Paimon dijo con emoción después de que cruzáramos la entrada de la ciudad.

Un nuevo día acontece para la nación del arconte geo, como podría esperarse de una ciudad costera, la humedad se encargaba de que sientas calor y bochorno al mismo tiempo, una sensación a la que nunca pude acostumbrarme, seguramente porque no vivo en el mar.

El puerto lucia igual de activo que siempre, la ciudad tenía más vida que nunca y como no estarlo, hoy es el día que Morax baja de los cielos y les dice que hacer el resto del año.

Sin ser un experto del lore como lo soy yo o el mismo Morax, ¿Quién podría pensar que hoy es el día de la falsa muerte del creador del dinero?

—¡Mira, un puesto de comida!

—Ahora no Paimon, primero debemos de obtener información acerca del Rito del Descenso.

—¡Pero podría morir de hambre!

—¡Pues tendrás que hacerlo después de que obtengamos la información!

—Uh... —La pequeña hada no tuvo más opción que desistir a la idea.

Gracias a Barbatos, esta vez todo transcurrirá sin que yo tenga que involucrarme, tan solo debo de pasar desapercibido, alejarme de Lumine a la hora de la ceremonia y el resto del viaje será como un paseo por el parque.

—¡Liyue! ¡Sorpréndeme!

—Lo vez, incluso TN está diciendo tonterías por el hambre.

—Está bien, ve y cómprate algo mientras TN y yo confirmamos nuestra agenda. — Lumine saco un par de moras de su bolso y se los dio al hada tragona, quien, sin pudor alguno, salió volando hacia el puesto de comida más cercano.

—¿Realmente es aquí donde nos separaremos?

—Desafortunadamente si, quede en reunirme con Yanfei en el Pabellón Liuli, comeremos y luego me enseñara donde me hospedare en los días que este en Liyue, pero si tenemos suerte nos reencontraremos en la ceremonia del Rito del Descenso.

Ojalá y no, ser falsamente acusada por matar un dios, es tu evento canónico Lumine, ¡no el mío!

—Si es así, supongo que no hay nada que se pueda hacer, el señor debe de salvar a una nación y volver con sus esposas, o al menos eso dice.

—No prometo nada, pero también aprovechare para preguntar por tu hermano.

—Gracias TN.

Con un caluroso abrazo me despedí de Lumine antes de seguir mi camino por la ciudad.

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—¡Bienvenido al pabellón Liuli! ¿Cuántos son en su grupo? ¿Tiene una reservación?

—Si, una reservación a nombre de Yanfei y TN. —Respondí mientras le mostraba mi identificación como Caballero de Favonius.

La mujer, que se encontraba de pie fuera del restaurante, reviso uno de los documentos que sostenía en su mano.

—Confirmo una reservación para la señorita Yanfei y el caballero TN, sea bienvenido al pabellón Liuli, dentro mi compañero estará para cualquier cosa que necesite, siéntase libre de usar las instalaciones como desee. —Dijo antes de entregarme mi identificación y abrir la puerta del restaurante.

—Gracias. —Respondí mientras entraba al restaurante.

¡Que elegancia la de Fontaine!

Es lo que diría si Fontaine fuese como lo decían aquellas filtraciones que rondaban por internet.

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