-La campana no deja de sonar-

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Nuestro grupo era bastante grande para lo que estaba acostumbrado a ver en el juego conté por lo menos veinte caballeros sin contarnos a Adaris, al par de aventureros que nos acompañaban y yo.

El tiempo que nos llevaría llegar a la vieja Mondstadt era aproximadamente medio día a marcha promedio y el tiempo que duraría la misión dependería directamente a lo que nos encontráramos cuando llegásemos.

Aunque originalmente mi misión era explorar los alrededores del grupo para avistar cualquier amenaza que nos pudiéramos encontrar, Adaris dijo que sería mejor que lo ayudara a cuidar al grupo ¡Y con justa razón!

Estos tipos parece que van de excursión al chiqui park , van cantando, haciendo bulla y haciendo cualquier cosa menos mirar  a su alrededor. 

Y no solo eso hay algunos incluso que no traen puesta su armadura "porque pesa demasiado", pues claro que va a pesar esta hecha para que no te maten. Y otros mas que dejaron su espada en nuestro transporte de carga ya que "solo necesitan tomarla cuando estén a punto de luchar".

No cabe dida que las nuevas generaciones quieren todo rápido y fácil, en mis tiempos ¡Yo mismo era el dispositivo de carga!

Los encargados de  sustituirme en mi rol de exploración fueron el buen Benito y Fischl.

Las pocas veces que hable con Bennett luego de haber chocado conmigo fueron bastante agradables, siendo igual de enérgico que como se muestra en el juego.

Por otra parte nunca había hablado con Fischl antes, solo la había visto rondar por ahí unas cuantas veces. Cuando nos conocimos si no hubiera sido por Oz no hubiera ni creído que estuviéramos hablando el mismo idioma.

Fischl: Yo, Fischl von Luftschloss Narfidort, la Princesa del Juicio, desciendo a este mundo carnal al ser llamada por el destino. Bendecido seas por los siete arcontes al ser capaz de ver una milésima porción de-

Oz: Señorita le he dicho que si sigue asi no será capaz de hacer nuevos amigos. – Dijo interrumpiéndola en medio de su discurso.- Te pido disculpas. Lo que realmente quiere decir es "encantada de conocerte".

Si definitivamente esta tipa tiene algún tipo de esquizofrenia, dije para mis adentros. 

Hicimos una pequeña para en el Viñedo del Amanecer para recoger la ultima parte de los suministros que necesitábamos para toda nuestra misión, mientras esperaba a que terminaran de subirlos al dispositivo

Adaris: T/N, hace unos momentos estuve hablando con Fischl y Bennet y me han dicho que aun no les has entregado tu testamento.

T/N: ¿Mi testamento? – Le pregunte totalmente extrañado.

No es como si me fuera a morir.

Adaris: Veras dentro de la división de Caballería el capitán Kaeya nos dijo que antes de cada misión debíamos de hacer nuestro testamento y entregárselo al mas joven dentro del grupo para que se lo llevara a al Gran Maestra Intendente, asi si las cosas salían realmente mal al menos tendríamos la oportunidad de dar nuestra ultima voluntad a nuestros seres queridos.

Pude que pienses que es una exageración y al principio nosotros lo tomamos como una broma de mal gusto, pero hubo ciertas ocasiones que vimos nuestro final muy cerca, asi que ahora lo hacemos sin falta en cada una de nuestras misiones. 

Tampoco tiene que ser algo muy complejo, un mensaje de despedida y lo que te gustaría que se hiciera con tus cosas, nada del otro mundo. ¿Por qué no lo intentas?

T/N: Supongo que no me haría daño participar en esta tradición.

Adaris: Gracias por tu comprensión T/N, ahora si me disculpas tengo que supervisar que todo vaya bien. – Dijo mientras se alejaba.

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