Capítulo 2 - Parte 3/4

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El problema de las palabras es que, una vez echadas, no pueden volverse solas a su dueño. De modo que a veces te las vuelven en la punta de un acero. - Arturo Pérez-Reverte.

***

Una hora después...

Jhonny sujetaba fehacientemente a su compañera de baile de la mano. Ambos se habían apartado del grupo para practicar y hacer unos ejercicios de calentamiento previos. Momento en el que la familia Moore se había enterado de que iban a ser parte del espectáculo. Para Dorian, verla en acción, iba a ser un verdadero dolor de pelotas. Jhonny marcaba los pasos y corregía a su compañera que asombrosamente cometía un error tras otro. Al quinto intento, él se detuvo...

—Si no te concentras, esto va a ser un desastre.

—¡Lo sé! ¡Lo sé! Tienes razón. Volvamos a repetirlo.

Jhonny volvió a marcar los pasos y en esa ocasión su compañera lo clavó. Entró en el tiempo correcto, la sujeto por su casi inexistente cintura y la hizo girar como marcaba la coreografía.

—Genial —esbozó animándola.

Melanie asintió, pero no podía darse el gusto de relajarse. De hecho, ambos continuaron ensayando en el momento que los directores de la campaña, entre ellos, Kiara y Nick, subían al escenario para presentarles, acompañados del protagonista de la noche, el guapo Hugh. Escucharon los aplausos y ella bufó, se suponía que debían estar con el resto, disfrutando del evento y no tras el escenario girando sin parar.

—Ya es suficiente, Mel —murmuró Jhonny colocándose de nuevo la chaqueta —. No te agobies.

—Tiene que salir perfecto, Kiara confía en nosotros. No podemos fallarla.

Dorian, que había conseguido escaparse de las garras de su cuñado y sus padres, la escuchaba atentamente parapetado tras una columna de sonido. Aquella era su Mel y no la de antes, la que había buscado cualquier punto débil para atacarlo. Aquella era la Mel que recordaba, luchadora y leal, y de la que contra todo pronóstico, se había enamorado. Había necesitado tres semanas para darse cuenta, pero un solo segundo frente a ella para saber que la quería cuidar eternamente. Se asomó para verla ensayar. Era una mujer persistente y eso le hizo pensar que no se lo iba a poner fácil.

—¡Cinco minutos y salís! —gritó uno de los organizadores del evento.

—Estupendo.

Dorian buscó un lugar idóneo tras el escenario para ver la actuación. A poder ser, quería estar lo más próximo posible a ella y ser el primero que tuviese el gusto de felicitarla al finalizar su trabajo. Distintos empleados o directivos le vieron pulular por donde no debía, pero era un Moore, más exactamente el hermano de una de las principales organizadoras del evento, por lo que no dijeron nada. La observó mientras revisaba su aspecto frente al espejo y cerraba los ojos para realizar unas respiraciones profundas. En ese momento deseó salir de su escondite, abrazarla y decirle que todo saldría bien, pero si lo hacía podía estropearlo todo y eso jamás se lo perdonaría. Contempló como Jhonny ocupaba su lugar y la sangre le hirvió. ¡Por Dios! Le conocía, había tratado varias veces con él, pero le era imposible no sentir envidia. Enseguida ambos se colocaron la ropa y Melanie lanzó una mirada hacia arriba mientras pensaba en su nonna...

—Deséame suerte —murmuró a la nada instantes antes de poner su mejor sonrisa y salir al escenario junto a Jhonny.

Los invitados aplaudieron a la vez que ellos tomaban posiciones. Dorian desde su perspectiva vio como Melanie cerraba los ojos y respiraba profundamente esperando los primeros acordes. El silencio fue magistral hasta que los primeras notas comenzaron a sonar.

Bailando con el perdón | Erótica + 18 | Parte 2/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora