Acepta lo que la vida te ofrece e intenta beber de cada taza. Todos los vinos deben ser probados; algunos solo deben ser sorbidos, pero con otros, bebe toda la botella. - Paulo Coelho.
***
Dorian
Dorian conducía para llegar al club a tiempo. Si Melanie se metía en una de las salas, sería imposible localizarla y eso solo significaría una cosa; otro hombre la poseería, otro hombre la haría suya y... ¡Joder! Él había sido el responsable de eso. Apretó con rabia el volante y aceleró, excediendo el límite de velocidad de la vía. En ese momento, no le importaba absolutamente nada, solamente ella. Estaba dispuesto a llegar y sacarla de su error, aunque también valoraba la posibilidad de que Melanie accediese a entrar por motu proprio y ante eso, él no podría hacer nada. Solamente admitir que la había perdido.
Se apeó del coche con apremio y accedió al local, para otear el horizonte. Observó con atención, buscándola entre la multitud. De pronto, sintió que el cuerpo le temblaba al ver como ella se adentraba en los pasillos centrales, para detenerse frente a una sala. La siguió y observó el número de la sala a la que accedía, sola. En pocos segundos, un hombre mayor que él, más concretamente el que minutos antes había intentado flirtear con ella en la barra, se posicionó frente a la puerta y sonrió al ver lo que la castaña había requerido. Dorian sin tiempo que perder se colocó tras él y plantó la mano en su hombro, dispuesto a echarle...
—Está conmigo —murmuró en una clara advertencia.
Este lo miró. No estaba dispuesto a discutir por un poco de sexo, cuando allí podría obtenerlo a raudales, así que, con calma asintió y se alejó de la puerta. En ese momento, él leyó lo que había implícito en el panel de la puerta, donde se indicaba que ella esperaba un hombre. Dorian quedó pensativo, ahuyentando a todo aquel que se acercaba a la puerta con la clara intención de entrar en la sala. ¿Qué debía hacer? ¿Qué opción debía tomar? Solamente tenía dos opciones; quedarse o marcharse. Recapacitó. Lo pensó demasiado hasta que finalmente optó por abrir la puerta y enfrentarse a ella. Apagó el panel para impedir que nadie más entrase y avanzó en total y absoluto silencio.
—¿Hola? No, mejor no respondas.
Cuando la vio el corazón le dio un vuelco. Ella se encontraba sentada en el centro de la cama, con las piernas dobladas, pegadas contra su pecho y con los ojos completamente cubiertos por un pañuelo negro.
—Sí accedes a quedarte no podrás hablar, te limitarás a hacerme disfrutar y lo harás completamente en silencio. No quiero escucharte y no quiero que me beses... —murmuró con un ligero rubor que la hacía apetecible — Sí estás de acuerdo pasa al baño y lávate, sino márchate.
¿Marcharse? ¿Cómo se iba a marchar y dejarla allí? Le habían bastado unos minutos en la puerta para comprobar que no solo uno, sino varios hombres estaban dispuestos a darle lo que ella requería. Se quitó la chaqueta y se adentró en el baño para abrir el grifo y que ella supiese que aceptaba sus normas y se quedaba. Centrarse en el placer de Melanie le resultaría fácil. Se despojó de la camisa, para a continuación hacer lo mismo con el resto de la ropa. Él la miró desde la distancia, pensando si romper las reglas y el juego, pues la observaba temblar mientras pasaba sus brazos alrededor de sus piernas para abrazarse con fuerza. ¡Joder! Quería cuidarla. Se duchó a conciencia, borrando cualquier aroma que pudiera delatarlo, cosa que facilitó el jabón neutral que el club proporcionaba en cada sala.
Avanzó en silencio por la sala hasta posicionarse a los pies de la cama, donde sujetó con firmeza sus tobillos y tiró con fuerza, haciendo que quedase completamente tumbada. En ese momento, él intentó contemplar cada trozo de piel expuesta, pero ella no estaba cómoda, ya que de manera automática sus manos y sus brazos hicieron por cubrir eso que él tanto deseaba ver. Él pasó cada pierna a cada lado del cuerpo femenino, apresándola entre ellas. Se negaba a no poder verla, por lo que sujetó sus manos y deslizó el cinturón por sus muñecas, juntándolas. Estaba dispuesto a atarla.
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Bailando con el perdón | Erótica + 18 | Parte 2/4 Completa ✅
RomantizmMelanie decide reconducir su vida y olvidarse de Dorian Moore que ha huido tras confesarle su amor. Sin embargo, el abogado se encuentra en una encrucijada difícil de aceptar... Semanas sin verse, semanas evitando el fortuito encuentro hasta que i...