Capítulo 17

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No me apoyo en ti, por temor a que te derrumbes. Y por no apoyarme en ti, me derrumbo. - Alejandro Lanús.

***

Kiara miraba ansiosa a Melanie. Está llevaba cerca de treinta minutos repasando lo que pensaba ponerse para su cita de esa noche con Dorian. Treinta minutos en los que ella había pensado en reiteradas ocasiones como sacar el tema que quería abordar con su mejor amiga. Taladró la mesa con la punta de los dedos y suspiró resignada al no encontrar la valentía suficiente para hacerlo. ¿Cómo iba a llegar como si nada y gritar a los cuatro vientos que su marido la maltrataba y la vejaba de la peor manera posible? ¿Qué la había pagado? ¿Qué la había ninguneado? ¿Qué había destrozado su ropa dejándola prácticamente sin nada? No era tan fácil. Aquello no se solucionaba con un simple chasquido de dedos...

Melanie la observó de reojo. Sabía que su amiga quería decirla algo y a juzgar por el ímpetu con el que movía la pierna debía ser importante. Carraspeó para llamar su atención, pero Kiara la ignoró y en lugar de arrancar a hablar opto por coger su teléfono móvil para toquetear la pantalla y entrar en diferentes aplicaciones sin sentido alguno.

—¿Sabes? Tu hermano me consiguió la dirección de Enzo.

Enseguida la empresaria alzó la vista, alejándola de aquel aparato electrónico que poco la interesaba. Mel sonrió victoriosa por tener la atención de su amiga y decidió sentarse a su lado, donde pudo sujetar su mano.

—¿Vas a enviarle la invitación? —preguntó Kiara con el corazón disparado.

—Por supuesto y te la daré a ti para que me hagas el enorme favor de llevarla a correos. Lo que quieras hacer después con la información expuesta en el sobre no me concierne. ¿No crees?

—Lo que insinúas es una locura...

—¡Vamos! ¿Y desde cuándo tú eres tan racional?

Kiara se encogió de hombros. Realmente no sabía indicar cuándo había cambiado su manera de ser, aunque sí sabía a quién achacárselo. Rodrigo la estaba destrozando y a pesar de que parecía hacerlo lentamente la realidad era otra completamente diferente. Sacudió la cabeza para apartar las horribles imágenes que se estaban aglomerando en su cabeza sobre su marido y suspiró cansada y harta de callar.

—Mel, quiero divorciarme. No soy feliz.

—Eso ya lo sé. Lo que no entiendo es que te lo impide —susurró acariciando la mejilla de su amiga.

—Es difícil de explicar... Te juro que hace meses lo intenté. Estaba segura de mi decisión. ¡Lo tenía todo! Dorian había pasado semanas preparando los papeles. Tenía la oportunidad en la palma de mi mano, pero cuando le conté a Rodrigo mis planes... En fin, él no estuvo de acuerdo —admitió con pesar.

—Kiara, un matrimonio es cosa de dos. En muchas ocasiones, cuando una separación se da, ambas partes no concuerdan, pero no por eso debes verte en la obligación de continuar a su lado. Es el mayor error de todos.

—Rodrigo tiene un temperamento complicado — Se sinceró finalmente.

—¿Te ha puesto la mano encima? —preguntó preocupada. Ella negó con inmediatez. Por esta ocasión, ya se había abierto lo suficiente, pensó — Entonces... ¿A qué te refieres con que tiene un temperamento complicado?

—Ya sabes, querida. Supongo que es la actitud que cualquier hombre muestra cuando su mujer está cerca de otro que considera rival, aunque este no lo sea.

—No te confundas. Tu hermano me ha visto rebozarme con Jhonny y te puedo asegurar que no un roce cualquiera y óyeme bien... Jamás me ha dicho nada. ¡Jamás!

Bailando con el perdón | Erótica + 18 | Parte 2/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora