Capítulo 15 - Parte 1/2

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La familia puede enfadarte como nadie, pero también es lo que hace que la vida merezca la pena. - Hugh Jackman.

***

Melanie frotaba sus manos con nerviosismo, mientras que Dorian aparcaba el coche junto al Maserati negro de su hermana Kiara. Apenas había podido dormir. El motivo había sido única y exclusivamente aquella comida en la que iba a participar. Tenía miedo de que sus padres no estuvieran de acuerdo con la relación, sobre todo porque conocía y era consciente del valor que aquello tenía para su soldado. Los Moore eran muy familiares y eso ejercía más presión.

Dorian la observó con una inmensa sonrisa. Todo el trayecto lo había hecho en total y absoluto silencio, cosa que no era habitual en la bailarina. Pues era muy dada a hablar o incluso canturrear. La conocía demasiado bien y sabía que los nervios la estaban atormentando hasta tal nivel que, había comenzado a estrujar la falda en sus puños y ella ni siquiera era consciente de ello.

—Cariño, si la subes un poco más harás que mande esta comida al diablo.

Ella bajó la mirada e inmediatamente vio el ruguño de ropa, lo que la hizo abrir las manos con timidez. A continuación, deslizó la palma abierta para extenderla e intentar eliminar esas pequeñas arrugas que se habían formado.

—¿Y si no aceptan lo nuestro?

—No te he traído para que lo acepten. Soy mayorcito para tomar mis propias decisiones y me importa una mierda lo que puedan decir u opinar, no obstante, estoy seguro de que mi madre te acogerá con todo el cariño del mundo.

—Jamás le presenté ningún novio a mi nonna —murmuró con melancolía —. Ella me instaba a disfrutar de la vida, conocer mundo... Me aseguraba que, una vez que yo estuviera con el adecuado, lo sentiría y solo entonces ella le abriría las puertas de su casa.

—Me hubiera gustado conocerla.

—Y a mi presentártela.

Ante aquella confesión ambos sonrieron. Dorian ilusionado por lo que significaba aquel gran honor y Melanie por permitirse abrir su corazón de aquel modo. Los dos se apearon del Jaguar y se encaminaron a la entrada, mientras que Melanie sujetaba entre sus brazos una botella de vino y se abrazaba a ella con terror. Dorian posicionó la palma de la mano donde la espalda pierde su nombre y con el dedo pulgar comenzó a dibujar una pequeña espiral para intentar tranquilizarla. Instantes después tocó el timbre.

Melanie lamió sus labios y tragó una veintena de veces hasta que la puerta se abrió. Briona inmediatamente se tiró a los brazos de su hijo, el cual la recibió encantado. Los ojos de la mujer bailaron hasta Melanie que esperaba inquieta...

—¡Melanie! ¡Qué alegría verte por aquí! Kiara no nos había avisado de que venías, pero no importa. Donde comen siete, comen ocho...

La madre de Dorian la saludo con la misma alegría de siempre para momentos después asomarse tras ellos, buscando a la mujer que su hijo había prometido llevar.

—¿Has venido solo?

—No mamá, he venido con Melanie.

Él rodeó con cariño la mano de la bailarina y plantó un beso en sus nudillos. Suceso que a su madre sorprendió y creyó comprender al instante. Los ojos de la mujer se abrieron con sorpresa a la vez que sus manos cubrían su boca, aunque ni siquiera sus manos fueron capaces de ocultar la gran sonrisa que se le dibujó.

—¡Ay, hijo! ¡Qué alegría más grande! —exclamó abrazando a la pareja con efusividad — Bienvenida a la familia, cielo.

En aquel instante Melanie se permitió el lujo de relajarse. El cariño de Briona la llegaba como agua de mayo.

Bailando con el perdón | Erótica + 18 | Parte 2/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora