Capitulo 20

4.4K 276 6
                                    



—¿Adónde pensabas ir?— preguntó presionando unos botones en un panel ubicado junto a la puerta.

Aproveché y volví a la cama detrás de mi.

—Al parque, quería encontrarme con Luke— respondí removiéndome en la cama.

—Aun después de que te dije que no deberías.

—Si Steve, no eres mi padre. Es mi vida y son mis amigas las que podrían estar pagando las consecuencias— remarqué y dio un par de pasos hacia mi.

—Seguro que no lo soy, pero ahora tengo el deber de protegerte sobre todas las cosas. Tú crees que sólo quiero encontrar el Dēceptōris pero no es así, me interesa más protegerte antes que encontrarlo— me quedé sin palabras.

Ciertamente Steve constantemente ha estado tratando de protegerme y no deja de repetir lo mucho que le importo, y yo sólo le he traído problemas.

—¿De que camión te sacaron los vigilantes?— preguntó observando mi brazo.

—Era verde y tenia rayas blancas ¿por qué?— respondí confundida y Steve frunció el ceño, luego abrió los ojos más de lo normal y tomó mi brazo con cuidado examinando el yeso.

—¿Qué haces? ¡Ten cuidado!— me quejé cuando trató de abrirlo.

No me importaba lo que le hiciera al yeso, pero el movimiento dolía.

—¿Por casualidad olía mal?, no a basura sino un olor diferente— preguntó y asentí con dudas.

—Si, eso creo.

—Maldición— susurró y fruncí el ceño.

Buscó algo en las gavetas junto a la camilla y sacó una especie de sierra, redonda y pequeña.

—¡Steve! ¿¡Quieres matarme o que?!— grito alarmada mientras busca un enchufe para la sierra.

—El día que trate de hacer eso me iré al infierno— dijo y lo miré desconcertada.

Encendió la sierra y mi corazón empezó a latir con fuerza.

—Será mejor que no veas— aconsejó y confiando en su palabra ladeo la cabeza hacia el lado contrario de mi brazo herido y cierro los ojos con fuerza.

Escucho la sierra acercarse y luego el roce con el yeso, tenía ganas de salir corriendo, pero más era el miedo que sentía. Cuando la sierra se detuvo abrí mis ojos y me volví hacia mi brazo que ya no tenia un yeso.

Pero si algo peor.

—¿Qué es eso?— pregunté al ver semejante cosa en mi brazo.

Se podían ver los puntos que cerraban la herida, pero gran parte de estos estaban cubiertos por una espuma blanca y además empezaba a sangrar.

—El camión no era de basura normal, eran desechos tóxicos— explicó y fruncí el ceño—. Tu cuerpo está intentando combatir la infección.

—¿Se supone que es bueno?— pregunté y asintió.

—Una persona normal ya hubiera muerto, sin embargo, tú aun estas viva y tú sistema inmune parece estar atacando. Creo que debería llamar a Banner— dijo y asentí.

—¿Qué hora es?— pregunté con temor.

—7:05— respondió.

Lo tomé del brazo y lo hice girar hacia mi. Me fijé en sus ojos en busca de alguna señal, de alguna emoción.

—No quiero ser es responsable por la muerte de tus amigas, pero tampoco quiero ser el responsable de tu muerte. Pronto se me ocurrirá algo, por ahora Banner vendrá y examinará lo que sea que este pasando con tu brazo— dijo y sin darme la oportunidad de protestar salió de la habitación.

El Capitán América y Tú © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora