Capitulo 44

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Capitulo dedicado a: hann_torres y CamiMasherano

[...]

—¿Cómo llegaste más allá del cuarto de máquinas?

—Te recuerdo que estaba desmayada.

—¿Qué fue lo último que viste?

—No lo recuerdo.

—¿Por qué tus amigas me estaban buscando como locas?

—Yo.. Les dije que te buscaran pues quería hablar contigo...

—Eso no fue lo que me dijeron.

—Seguro que no...— susurro recordando lo que había pasado.

—¿Podrías dejar de evitar cada pregunta que te hago?

—Lo último no fue una pregunta— me mira mal y le sonrío de forma inocente—. Prométeme no que no te alterarás.

—No te prometo nada.

—Mi mamá engañó Pittsburg para secuestrarme, dijo que querer hablar conmigo, le indique a mis amigas que te buscaran pues no me daba buena espina la situación. Estuvo dando rodeos por unos minutos hasta que terminó secuestrándome, cuando desperté tuve que... Seducirlo para quitarle el arma que llevaba y obligarlo a que me sacara de aquel hueco.

Su rostro experimentó varios cambios de ánimo en pocos segundos, pero ninguna expresión era peor que la que tenía en este instante.

—Lo mataré.

—Por otro lado... Cuando desamarró los alambres alrededor de mis muñecas sorprendentemente cicatrizaron en segundos. Mira.— le muestro mis muñecas, las toma con confusión y las examina con cuidado.

—No hay marcas-.

Suspiro aliviada de que no haya notado la parte de "Seducir"a Pittsburg.

—Define "seducirlo".

¿Y ahora?

—Sabes lo mucho que te amo y todo lo que haría por ti— digo y levanta una ceja a la vez que se cruza de brazos.

—Tuve que acariciar sus brazos...— digo usando un tono más agudo, casi imitando el de una niña pequeña—. Y como no cedía tuve que besarlo— digo cubriendo ligeramente mi rostro con una mano.

Su expresión es neutral hasta que habla y su ceño se frunce.

—Cuando desperté, después de haber estado 70 años congelado, todos me trataban como si fuera un bebé recién nacido, en teoría lo era, 70 años es mucho tiempo pero... Yo no tenía seis cuando me estrellé en el fondo del mar. No es lindo que te traten como un perfecto retrasado. Tú tampoco lo hagas.

Su expresión es severa, su lenguaje corporal rígido y su tono para nada dulce.

—No quería hacerlo, pero tenía que salir de ahí— me excuso, pero se mantiene igual—. ¿Qué quieres de mi?— pregunto dándome por vencida.

Dejo caer ambos brazos y seguidamente mi cuerpo, sobre un sillón. Afinco mis codos sobre mis rodillas y con mis manos cubro mi rostro.

Temo lo que Steve pueda decidir o decir a causa de lo que le dije, no quiero más peleas, sólo quiero que todo acabe y que él y yo podamos vivir en un lindo apartamento con vista al mar.

—Esta relación va a atravesar, muchos momentos difíciles, no tengo dudas sobre eso, es sólo que es difícil pensar que otro... Puso sus labios sobre los tuyos— se calla y saco mi rostro para verlo, está agachado frente a mi con cara de perro maltratado, sus ojos están caídos lo cual lo hace lucir adorable.

—Te amo— digo destapando mi rostro completamente y usando mis manos como soporte bajo mi barbilla.

Niega con la cabeza y frunzo el ceño haciendo un puchero, se inclina y deposita un pequeño beso.

—Tenemos que ir al laboratorio para que te revisen— dice y me pongo de pie con su ayuda.

Lo abrazo pasando mis manos por su torso, recuesto mi cabeza en su pecho, me devuelve el abrazo. Al separarnos le doy un beso en cada mejilla. Salimos de la habitación y nos adentramos en el pasillo.

—¿Qué harás con Pittsburg?— pregunto viendo el suelo que repentinamente se me antoja interesante.

—Banner dijo que querías hablar con él— lo miro confundida y me guiña un ojo—. No he cambiado de opinión acerca de lo que pienso hacerle, pero dejaré que hables con él si puedo estar presente— dice y asiento—. No entiendo de dónde saco tanta paciencia para ti.

—Lo valgo.

Llegamos al largo cuarto y Natasha, Barton, Banner y Tony se giran para vernos.

—Hasta que aparece la pareja de la nave— anuncia Natasha y río con un poco de nervios.

Nos adentramos un poco más y Steve se acerca a Banner mientras que yo me desvío hacia Natasha y Barton.

—¿Nos contarás qué ocurrió o sólo vienes a escuchar?— pregunta el castaño y frunzo el ceño, Natasha lo mira mal y suspira.

—Me disculpo, mi amigo está un poco estresado últimamente— dice Natasha y asiento con una sonrisa forzada.

—Hey— me llama Tony con un susurro y me acerco a él.

El castaño está sosteniendo un pequeño frasco y empujándolo hacia adentro de una pequeña máquina, se inclina hacia mi para hablarme.

—¿Le contarías a tu amigo Tony que ocurrió en el cuarto de máquinas?— pregunta aun susurrando y levanto una ceja con diversión—. No me miras así— me regaña, pero se me es imposible tomarlo enserio mientras susurra.

Río y me alejo de él, me llama aun en susurros hasta que se cansa y empieza a llamarme a través de silbidos como si fuera un perro lo cual hace que lo mire mal.

—¿Me contarías quién te secuestró?— pregunta Natasha con un tono sutil.

—Fue Pittsburg, alguien lo engañó para que lo hiciera.

—Sabes quién es ese alguien ¿cierto?— asiento, pero decido guardármelo.

—Entiendo— dice y me guiña un ojo.

Barton a unos metros de nosotros mira boquiabierto a Natasha y río al igual que ella. Me acerco a Steve, quien discute algo con Banner. Cuando notan mi presencia se callan y Banner se gira hacia mi con una sonrisa inocente. Frunzo el ceño y segundos más tarde entiendo el por qué de su expresión. Su mano derecha tiró de un cabello arrancándolo de mi cuero cabelludo, me quejo y Steve rueda los ojos.

—¿Puedo extraer una muestra de sangre?— pregunta y asiento tendiéndole mi brazo.

—La próxima vez también avise antes de arrancarme un cabello— cuestiono y ambos ríen.

Me coloca una liga y la aprieta con fuerza alrededor mi brazo, busca una vena e inserta la aguja.

—¿Para qué es esto?

—Para saber qué ocurre dentro de tu organismo— dice y asiento—. Es curioso, al único que conozco con la capacidad de regeneración es a Steve.

El Capitán América y Tú © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora