Capitulo 39

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Su silencio es un perfecto indicador de que esto no ha terminado, su mirada está fija, pero su mente no está, es como que... Me ve, pero no esta aquí, sus pupilas están dilatadas y su expresión es neutral. La puerta se abre dejando ver a un sonriente señor Mike Woods, aprieta ligeramente la mano de Steve quien al reaccionar le regala una sonrisa a papá y me guía dentro de la habitación. Mamá empieza a hacer preguntas sobre qué ocurrió mientras estuvimos en esa ''otra dimensión'' según estuvimos perdidos dos días lo cual se me hace irreal, puesto que estoy segura de que no pasaron más de cuatro horas. Quizás el tiempo de aquel lado corre de un forma diferente a la de este lado.

—Steve querido, has estado muy callado... ¿Ocurre algo?— pregunta la señora Caroline Woods, Steve aparta la vista de nuestras manos y mira a mi madre.

—No tiene de que preocuparse señora Caroline, es sólo que estoy un poco... Ansioso.

—¿Ah si?, ¿se puede saber el por qué?— interviene mi padre y lo miro mal.

—No quiero sonar grosero, pero es un tema que me gustaría discutir con Brooke, a solas, pero será en otro momento— suelta y todos lo miran con confusión, puedo notar su incomodidad y lo golpeo disimuladamente con mi codo.

—Si no les importa tengo que hacer algo, nos vemos luego—!se pone de pie, besa mi mejilla y se va.

—¿A qué se refiere con que ''es un tema que me gustaría discutir con Brooke , a solas"?— pregunta Emily y me encojo de hombros.

Cuando mis padres se vayan la ahorcaré.

—Seguro no es nada, Steve es un poco misterioso ¿no Brooke?— habla Jane tratando de componer lo que dijo Emily, pero siendo sincera no creo que eso sea posible.

—Si, no es nada. Seguro es porque esta trasnochado, nos ha costado dormir estos días.

—¿Duermen juntos?— pregunta mi padre con sus ojos más abiertos de lo normal.

—No seas ridículo Mike, apenas están empezando— lo regaña mamá y río al igual que mis amigos.

Mi madre me lanza una mirada que entiendo a la perfección, me giro hacia Pittsburg y le hago señas con mis ojos hacia Jane y Emily.

—Hey chicas, ¿les gusta el helado? Según el agente Phil aquí tienen el mejor de todo el país...— se pone de pie y toma las manos de las chicas arrastrándolas fuera de la habitación.

—Mike, ¿no querrás acompañarlos? Sé lo mucho que amas el helado— interviene mamá empujándolo fuera de la cama hasta que se pone de pie y termina yéndose con los chicos.

Una vez que todos salen mi mamá se cruza de piernas y suelta un pesado suspiro, su mirada no me gusta, sé que quiere hablar sobre mi, pero aún no estoy preparada para eso, no me siento lista para enfrentarlo. Todo este tiempo lo he estado evitando, como si realmente nunca hubiera ocurrido, pero tristemente es una realidad que tarde o temprano tendría que enfrentar.

—Sé que seguramente no quieres hablar de esto, puedo imaginarme lo duro que es para ti tener a Steve ahí, junto a ti, apoyándote, seguramente imaginando una vida juntos, sus hijos y ahora es una realidad... Imposible.

—¿Puedes llegar al grano?— pido secando una lágrima que resbalaba por mi mejilla.

—No quiero que exista un ''nosotros'' entre Steve y tú...— la miro incrédula y empiezo a negar con la cabeza repetidas veces—. Se ve que es un buen muchacho, es el Capitán América, algo que tu padre y yo nunca llegamos a imaginar que podrías alcanzar y ahí esta...

—Y ahora quieres que lo deje...

—Es por tu bien y el de tus amigos, una relación sin privacidad no es precisamente lo que quieras... Además que Steve no sólo llama la atención de forma positiva, ambas sabemos que él tiene muchos enemigos que harían lo imposible para hacerlo sufrir y entre esas cosas podrías estar tú—las lágrimas empiezan a agobiarme y la fluye por mi venas.

—Steve no será el chico más perfecto del mundo... Tiene un carácter fuerte, es terco como una mula y sin duda parte de quién es se quedó en el '45, pero ha sabido seguir adelante. No me gusta porque es un rubio de ojos azules con cuerpo súper desarrollado, sino por quién es Steve Rogers.

—Tu vida vale más que un capricho de niña. Él es sólo un crío, lo que lo hace especial vino dentro de una botella y no vas a poder cambiarlo— escupe aumentando el tono de su voz.

—No hables así de él.

—Si es tan maravilloso ¿Por qué quiere arruinar la vida de una chica tan talentosa como tú? Él no te ama, lo que siente por ti es un... Simple amor de verano. Piensa bien las cosas...

—No digas más... Ya entendí lo que quieres decir y te garantizo que pensaré las cosas como propones— seco las lágrimas y salgo de la habitación echa una furia, ¿Cómo pretende que olvide a Steve así como así?, estoy convencida que lo de Steve y yo es algo más que un amor de verano.

Un fuerte golpe llama mi atención. Paro unos segundos y el golpe se repite, sigo la dirección de la que proviene el golpe y llego a una compuerta con un cartel.

—Sólo personal autorizado...— leo el cartel y retrocedo un paso.

La puerta está entre abierta y debería irme, pero la curiosidad mató al gato... Empujo la puerta con cuidado de no provocar ningún ruido que pueda llamar la atención de los tripulantes de la nave. Bajo las escaleras dando pequeños brincos y camino hasta encontrarme con tres pares de pasillos, cada uno iluminado con un color diferente.

El primero esta iluminado con verde, el segundo con azul, el tercero con amarillo, el cuarto naranja, luego rojo y blanco. Tengo una idea de que podrían significar el verde, naranja y amarillo, pero no sé que decir sobre los otros colores así que mi teoría no es del todo fiable.

¿Por cuál pasillo debería ir primero?

Los golpes se repiten y y giro en dirección al eco... Blanco, es tu día de suerte.

Me adentro sin cuidado de qué o a quién me pueda encontrar tras el umbral blanco que da entrada al pasillo, parece no haber nada al final por lo que decido girarme e intentar con el rojo, pero el golpe se repite. Me adentro un poco más y una especie de prisión de vidrio empieza a abrirse paso en mi campo visual, doy unos pasos mas y a unos pocos metros de eso logro divisar al causante de tales golpes.

—¡Brooke!... Querida, ¿Has venido a sacarme de aquí?

—En tus sueños.

—Si no viniste a sacarme, entonces ¿A qué debo agradecerle tu dulce visita?

El Capitán América y Tú © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora