"Capitulo 65"

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--¿Entonces Anne, si me queda bien esta camisa?--Maicol me volvió a preguntar por sexta vez en los últimos cinco minutos que habían pasado.

Le sonreí un poco cansada--Maicol te dije hace cinco minutos que si.

--Es qué dilo con un poco más de entusiasmo para creerte--Se siguió mirando en el espejo como si de eso dependiera su vida, acomodando de distintas formas el cuello y las mangas de la camisa, se desabrocho y volvió abrochar los botones quinientas veces seguidas.

--Te lo estoy diciendo con entusiasmo.

--Claro que no--Se giró sobre sus talones y me miró--Estos días has estado muy distraída.

Solté un suspiro dramático y me acosté por completo sobre la cama.

--Sólo estoy un poco desanimada, sabes por qué, solo ya no mencionemos más el tema.

--Scott no está enojado, no se por que piensas eso, el te dijo que lo llamaras ¿Y que haz hecho?--Levanto una ceja mirándome

--Nada.

--Lo vez, el sigue esperando que lo llames y tu no lo haz hecho, ya no deberías estar enojada con el, sólo te protegía de las estupideces de Lukas, yo hubiera hecho lo mismo.

--La violencia sólo trauma, no deja nada bueno.

--La violencia aveces es un poco buena--Se volvió a girar hacia el espejo para mirarse--¿Entonces me quedó con esta?--Se refirió a la camisa.

Me había quedado perdida, que nisiqiera le preste atención, pero estos días habían sido así últimamente, solo estaba pensando en Scott y Lukas, ya había pasado una semana y yo apenas y había visto a Lukas dos veces. La primera vez sólo vino de rápido a recoger su computadora para empezar a estudiar por que ya el lunes volvemos a la Universidad y la segunda vez para hablar con James sobre el próximo juego de fútbol americano qué tendrán en la primera semana de clases. Pero a mi apenas y me miró un poco, de verdad podía sentir su enojo, seguía muy enojado conmigo.

Scott me dejo varios mensajes que no respondí. Pero en realidad yo me moría por que me volvieran hablar los dos, ambos me estaban haciendo tanta falta.

--¿Anne que si me quedo con esta?--Habló ya un poco irritado por haberme quedado perdida en mis pensamientos.

--¡Qué si Maicol, esa se te ve demasiado sexy, un poco más sexy y aras que yo misma te la quiera quitar!--Dije con entusiasmo, tal y como el me lo había pedido.

Se giró complacido mirándome--Ese entusiasmo es el que andaba buscando--Caminó hacia mi, apoyo sus manos sobre la cama y se inclino hacia mi cuerpo dejándome un beso sobre los labios--Ahora vístete que nos tenemos qué ir princesa, si no estas vestida cuando vuelva, yo mismo te quitare esa bata de baño.

--Quitamela de una vez--Le sonreí de lado.

--¿Crees qué no puedo hacerlo?--Dijo con voz retadora.

--Yo se que puedes, por eso quiero que lo hagas....

Me sonrió, se inclino hacia mi empezando a besarme profundizando el movimiento de nuestros labios, tomó mis piernas con firmeza y me jalo hacia el, las separo al momento en el que empezó a subirse sobre mi. Podía sentir su excitación, cómo su respiración sutilmente se volvía más agitada, su aliento tibio pegando contra la piel de mi cuello en el momento que bajo sus labios a esa parte, sus dedos siguiendo enterrados es mis muslos para que no intentará moverme....

--¡Anne podrías decirme si!...¡¿Qué mierda?! ¡Maicol...!--De un jalón me quitaron a Maicol de encima.

Frente a nosotros estaba Kevin con dos camisas aun acomodadas en sus ganchos, una blanca y otra color negro, creo que venia a que le diera mi opinión acerca de ambas.

"Con Ellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora