Capítulo 32

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Aún en los brazos de Trevor, ambos con los ojos bien abiertos por lo que dije. Sonrío, ampliamente, disfrutando de este momento. Trevor está en shock. Me acerco hasta su pecho y doy un beso en su nuevo tatuaje. Vuelvo a sus ojos, él me mira con adoración.

-Podrías...-Trevor se aclara la garganta, yo sonrío. Está nervioso -¿Podrías decirlo de nuevo?

-Claro, pero si me bajas -él lo hace lentamente, con cuidado. Como si fuera de cristal.

-Ya, ¿puedes decirlo? -me rio por su impaciencia. Parece un niño pequeño esperando abrir su regalo de navidad.

-Te amo, Trevor Kross.

-Te amo, Lara Sykes. -susurra.

Me siento completa cuando él lo dice así, mirándome a los ojos, susurrado, como si fuera nuestro secreto.

-Entiendo ese amor -dejo de ver a Trevor, Lily nos mira con una sonrisa sincera. Me sonrojo hasta la raíz de mi cabello.

-Hola -susurro. Lily se me acerca y me abraza tan fuerte que chillo del dolor.

-Oh, maldita chica, no tienes ni idea cuanto te he buscado. ¡Mujer pensé que la tierra se tragó tu bonito trasero! Pero veo que estás en buenas manos -Trevor la hace un poco para atrás. Se robó todo el aire de mis pulmones con ese abrazo, pero no me importa mucho. Es Lily. Mi mejor amiga.

-No dejaría que la tierra se tragara ese bonito trasero -Lenin aparece con un gran vendaje cubriendo su hombro derecho junto con su brazo. Siento a Trevor tensarse.

-Cuida ese lenguaje con mi chica, Lenin -gruñe Trevor. La intriga y preocupación hace que me separe de Trevor y de Lily para acercarme a Lenin.

-Diablos, hombre, ¿Qué pasó? -él baja su cabeza para mirarme directamente a los ojos.

-Una bala. Nada importante -sonríe -Deberías estar descansando -con su mano izquierda toca mi nariz y yo rio. Realmente lo quiero, ambos sabemos que es como mi hermano.

-Debería -susurro -pero estoy bien.

-Ahora resulta que estar bien, viene en combo con costillas casi rotas, rodilla raspada, ese cachete tuyo todo rojo -ruedo los ojos ante su sarcasmo.

-No hablaría si fuera tu.

-Pero no eres yo.

-Idiota -sonrío y le doy un pequeño golpe en su pecho.

Como alguna vez mencioné, es guapo, jodidamente guapo, con ese torso todo musculoso, esos ojos cafés, ese cabello y sonrisa, es todo un paquete; pero no me llama la atención. Es Lenin. Es eso. Sólo Lenin.

-Agradece que estás mal con tus costillas. -siempre que decía "idiota" a Lenin, él me hacía cosquillas. Al final terminaba toda roja, con lágrimas en los ojos, suplicando para que pare.

-Agradezco que estés mal de tu hombro -él me guiña un ojo, da media vuelta y antes de que se vaya me dice:

-Recuestate, ahora. -y con eso se va. Lo sorprendente de todo es que yo regreso al auto rojo, evitando los tres pares de ojos que me miran muy atentos, y me recuesto. Mis costillas se quejan en todo el trayecto.

-¿Desde cuando obedeces reglas? -Lily es la primera en hablar.

-No lo hago -sigo con la mirada abajo.

-Acabas de hacerlo.

-No, Lily, no lo hice.

-¿Qué hay entre ustedes dos? -mi mirada va directo a la de Lily.

-Absolutamente nada, Liliana, somos muy buenos amigos, él estuvo conmigo en los momentos más difíciles -Lily abre la boca y está dispuesta a contestarme, pero la detengo -No crees nada en tu cabeza, ¿de acuerdo? Lenin y yo somos como hermanos -dejo de mirarla para ver a Trevor y Andrea - ¿quedó claro? -Lily y Andrea asienten, Trevor sólo me mira.

HAZME PECARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora