-Vamos, Lara, es hora de despertarse –la voz de Trevor me habla en mi oído, haciéndome estremecer un poco, me remuevo un poco y vuelvo a dormir. Trevor ríe –vamos pequeña dormilona, es hora de entrenar –gruño, no me quiero levantar – ¿te levantas tu o te levanto yo? –la segunda opción me gusta más. Desde que tuve ese sueño con Trevor, mi mente solo piensa en ello e incluso le ve doble sentido a todo lo que Trevor diga.
-Cinco minutos más –digo acurrucándome más a la cobija. Estoy tan calientita.
-No, Lara, es hora de entrenar –levanto la cobija hasta tapar mi cabeza.
-No quiero –estoy completamente segura que parezco una niña pequeña, teniendo un berrinche.
-No voy a repetirlo de nuevo, Lara –muerdo mi labio inferior, entonces bajo lentamente la cobija, abro los ojos lentamente y miro a Trevor. Aun no logro entender como Trevor le hace para estar sensual en las mañanas. Yo simple y sencillamente soy Fiona de la película Shrek, encajo a la perfección en ese papel.
-Buenos días –digo con una sonrisa. Trevor me mira y se acerca lentamente hasta rozar mis labios. Me estremezco. Trevor se aleja, pero yo sigo con los ojos cerrados, aun sintiendo sus suaves labios en los míos. Muerdo mi labio inferior, sin duda alguna los labios de Trevor es mi pecado favorito.
-Buenos día, nena –sonrió, me gusta mucho que me diga nena –es hora de levantarse.
-Un beso más y me levanto –lo miro con la ceja levantada y sonriendo sin mostrar mis dientes. Trevor me mira por unos segundos –el tiempo corre, guapo –le guiño un ojo y Trevor ríe mientras se acerca y me roza los labios.
-Listo –dice Trevor y yo hago un puchero –ahora a levantarse.
-Eso no fue un beso, Trevor –Trevor me mira con ESA sonrisa –entonces no me levanto.
-Entonces si no te levantas, no te doy un beso –sonrío, me debato internamente ¿me levanto o no?
-Entonces me quedo hoy en la cama –digo mientras me acomodo de nuevo para dormir.
La cobija se levanta de mi cuerpo y veo que cae lejos de la cama, después siento las manos de Trevor en mi cintura y fácilmente me levanta hasta quedar frente de él.
-Mierda Trevor –digo –se supone que me tengo que quedar en la cama.
-Tenemos que entrenar –él tiene ese brillo en los ojos, ese brillo que solo en mi sueño lo pude ver.
-¿Seguro que quieres eso? –mi voz baja unas cuantas octavas. Trevor traga, mientras niega lentamente –entonces, dime, ¿Qué quieres hacer? –paso mi lengua por mi labio inferior para después morderlo, Trevor mira cada acción.
-Yo…yo… –Trevor tartamudea, mi corazón se acelera, no tengo ni idea de donde salió todo eso.
-Quiero mi beso –le digo, él asiente y se acerca –uno de verdad –susurro, Trevor aprieta mi cintura.
Lentamente Trevor acaricia mis labios con los suyos, haciéndome suspirar, nuestros labios se acarician. Mis manos van a su nuca, mis dedos pasan entre su cabello, mientras siento unos pequeños círculos hechos por los dedos de Trevor en mi cintura. Me separo de él, con una sonrisa.
-En cinco minutos estoy lista –me alejo de Trevor, dejándolo con los ojos aun cerrados y con una sonrisa.
Cierro la puerta del baño y me recuesto un rato en ella. ¿Qué me está pasando? Paso mi mano por mi frente sonriendo. Niego con la cabeza, aun no puedo creer que haya hecho eso, ¡yo!
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-¡Vamos, dale más duro! –Sebastian me grita mientras golpeo con más fuerza la bolsa de boxeo que está colgando en frente de mí, el sudor corre por mi espalda y cara, incluso por el valle de mis pechos – ¡tres minutos más! –vuelve a gritar Sebastian y yo aumento mi fuerza y velocidad.
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HAZME PECAR
RomanceÉl siempre estuvo sin que ella lo supiera. Él regresó para hacerle recordar, porque no sólo él la necesitaba, sino los del grupo igual. Tal vez ambos necesiten recordar como solían pecar, pero las cosas tienen que ser como antes: lento, paso por pas...