-¡Mierda Lara! –Lily nos mira, primero a Trevor, luego a mí – ¿si hubiese sido Elizabeth? –bajo mi mirada ¡Dios qué vergüenza!
-Lily, no va a volver a pasar –susurro. Trevor sujeta mi mano. Me siento muy avergonzada. Es cierto, ¿y si hubiese sido mi mamá? No deberíamos estar haciendo esto. Yo debería estar enojada con él. Suelto la mano de Trevor y camino, hacia los cuartos. Dejo a Lily y a Trevor solos.
Cuando llego a la habitación, esta sigue a oscuras. Mierda. Trato de encontrar el interruptor, sin tener una caída o choque.
-Mierda –digo cuando me choco con el mismo mueble. Veo que va a ser imposible encontrarlo sin tener uno que otro golpe.
Cuando por fin encuentro el interruptor –al lado de la cama –termino con muchos golpes. Pero la habitación es perfecta. Es muy grande, el techo es blanco, las paredes son color marrón, la cama es muy grande y es blanca, hay un espejo grande con el marco café al lado izquierdo de la cama, debajo del mismo hay un velador, café igual, al lado derecho de la cama hay dos veladores pequeños, cada uno con su lámpara, al frente de la cama hay una alfombra color caqui, sobre esta hay una mesa ratón, unos cuantos pasos más adelante hay dos cajas, unas más grande que la otra, son como cofres del tesoro, son cafés oscuros –con ellos siempre me golpeaba –atrás de los cofres hay un armario, es igual café, la pared tras él es blanca, a la izquierda hay dos sillones con una vista espectacular a un lago, eso me hace preguntarme donde estamos.
Me dirijo hasta el espejo, estoy hecha un desastre. Mi mirada se centra en las fotos que hay en el velador, hay una señora de cabello claro, los ojos cafés, tiene una sonrisa muy amplia, es demasiado hermosa tiene, en sus brazos, a un niño de cabello claro y ojos azules, es Trevor.
-Ella era mi mamá –no me doy vuelta para verlo, ni siquiera alzo mi vista de la foto –murió dos semanas después –lo siento tras de mí.
-Era hermosa –le digo.
-Lo era –casi puedo escuchar su sonrisa.
Se hace silencio a nuestro alrededor. Un silencio muy cómodo.
-Le propuse matrimonio tres días antes del accidente –levanto mi vista y lo veo por el reflejo del espejo –no tenía el anillo cuando le propuse matrimonio –veo en sus ojos tristeza, pero tiene una sonrisa en la cara –así que fui en busca de uno, pero ni siquiera había uno de plástico, así que hice uno de plastilina –Trevor tiene su mirada en la mía –cuando regrese a pedirle, de nuevo, matrimonio, Isabella estaba tal cual al deje –Trevor cierra los ojos por un momento y después los abre –cuando deslice el anillo en su dedo, mamá lloro y me abrazo, Dios eso fue increíble –mi corazón late muy rápido. Siento mucha ternura por él –pero quedamos viudos –los ojos azules de Trevor se tornan mucho más claros, incluso hay un brillo en ellos –desde ese día me sentí solo, desde ese día todo se tornó en blanco y negro, desde ese día no hubo nadie más en mi vida, al igual que en la de mi papá. Creo que por eso murió –me doy vuelta, no me resisto a abrazarlo –pero entonces llegaste tú –aprieto más mi agarre, siento en mi garganta un nudo, Trevor está solo, no tienes padres –tu alejas la soledad, tú eres el color de mi lienzo en blanco y negro, tú eres ese alguien en mi vida, Lara –entonces las lágrimas comienzan a caer.
Trevor me abraza más fuerte, siento su corazón latir rápido, hasta creo que sincroniza con el mío. Me separo un poco de Trevor y lo miro, es perfecto. Él me sonríe mientras limpia mis lágrimas.
-Lo siento –le digo a Trevor, el solo asiente, sabe que es por lo de su madre y padre –debe ser muy difícil estar sin los dos, yo solo tengo a mi mamá y es complicado.
-Lo se cariño, pero aun tienes a alguien que vele por ti –ambos nos miramos. Él es perfecto, jodidamente perfecto –y ahora yo también voy a velar por ti, Lara –y nos besamos, este hombre tiende a decir frases antes de besarme, Trevor muerde mi labio inferior y mis manos automáticamente van a su nuca, jalo un poco su cabello, Trevor gruñe, doy un paso atrás y me choco contra el velador, Trevor se ríe y me sigue besando, las manos de Trevor aprietan mi cintura y me acercan más a él y siento su…su… ¡Dios, este hombre está bien dotado! Me separo, nuestras respiraciones son agitadas, Trevor me sonríe.
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HAZME PECAR
Roman d'amourÉl siempre estuvo sin que ella lo supiera. Él regresó para hacerle recordar, porque no sólo él la necesitaba, sino los del grupo igual. Tal vez ambos necesiten recordar como solían pecar, pero las cosas tienen que ser como antes: lento, paso por pas...