Un día cualquiera un linda chica se presenta en la agencia armada de detectives buscando a su esposo....
- ¿Y cuál es el nombre de su esposo? - le pregunto Atsushi.
- Dejeme ver...- se remango una manga y leyó: Dazai Osamu.
- ¿¡EEEEHHHHHH!?
...
La sonrisa se hizo presente en el rostro del jefe de la Port-mafia. Apretó su puño y tiró la copa al suelo, derramando el vino. Cayo cual sangre derramada tiempo atrás, cuando no tenía que recurrir a métodos tan extremos. Quizá sí estuviera desesperado por introducir al mundo en otra guerra, pero estaba consciente de lo que él mismo perdería. No era tonto. Estaba al tanto de todos los riesgos.
—¿señor?—preguntó su asistente.
—Prepara a "Q". No sabemos si hará falta utilizarlo.
—¿seguro?...Liberarlo es...muy dramático ¿no lo crees? Ha estado encerrado tanto tiempo que...no dudaría un segundo en asesinarnos.
—Es cierto; sin embargo, puede que "Q" sea el único que sepa lo que sucedió. Y...quién es esa mujer, la esposa de Dazai, aquel "lindo conejo azul" del que tanto reclamaba esa organización tan minúscula—sonrió al mencionarla, realmente le emociona toda esa situación.
Hace poco, la Port-mafia había recibido una amenaza, una organización pequeña pedía que el regresaran a su "lindo conejo azul"
<<[3. La PORT-MAFIA]>>
En ese momento no habían prestado atención a este pequeño detalle pero con la actual captura de uno de sus líderes los había mantenido alertas, a todos y cada uno de los detalles. Akutagawa era el principal operativo aquí. Y también quien había descubierto este detalle: Tomie, era "el lindo conejo azul" que aparentemente había pertenece a la organización que los amenazaba .
Akutagawa había mantenido un perfil bajo durante esos días, no debía llamar la atención. Además, según algunas fuentes parece ser que Dazai y Chuuya se encontraban en la misma celda, o una al lado de la otra. Lo cual hacía que su corazón latiera sin control con tan solo pensar que si no cometía ni un solo error quizá Dazai podría reconocerlo, reconocer el gran trabajo que había hecho encontrandolo y rescatandolo.
El método que utiliza la Port-mafia es arriesgado. Hace 7 años Mori había conseguido cierto gas especial, uno tan poderoso que la misma mafia decidió no usar por el momento.
—Akutagawa lo ha hecho bien. Gracias a él todo irá sobre ruedas—dijo mirando como limpiaba el suelo lleno de vino y pedazos de vidrio rotos—solo espero no arrepentirme de esto...
***
—Senpai...—Higuchi yacía en la puerta.
Tocó dos veces y empujó ligeramente para que su rostro pudiera ver lo que había dentro de la habitación, o mejor dicho, el estudio de Akutagawa.
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Los ojos de Higuchi se abrieron sorprendidos cuando vio a Akutagawa agachado para amarrar sus agujetas. Llevaba un traje elegante, cosa que ella nunca había visto en él.
—Y-y-yo...¡yo...! lo siento—dijo cerrando de nuevo la puerta. Salió corriendo luego de eso.
Akutagawa agudizó sus ojos y la ignoró completamente. Regañarla no era tan importante como lo que sucedería esa noche.