¿¡Dazai-san tiene esposa!?

Multiple desvelo

Dazai Osamu

Hoy soñé algo. Estaba en casa, desperté sintiendo el cuerpo de Tomie rozandome, sentia su respiracion en mi cuello, sus piernas enlazadas con las mías, su suave cabello muy cerca de mi rostro, oliendo a flores...no solo fue real la sensación de estar con ella. Fue tan perfecto ese momento que desperté con lágrimas en los ojos, pero con una sonrisa. No creo que la haya extrañado tanto hasta ahora. Estoy tan desesperado por algo de su afecto justo ahora...es tan patético no poder controlarme. Soy un adulto que no puede vivir sin su esposa...duele admitir eso. Tengo ganas de estar con Tomie o de lo contrario planeo ahorcarme ne mi celda.

Llegó dos días aquí y lo único que he logrado es enojar a Tetcho, quien me ignora la mayor parte del tiempo. Estoy aburrido porque no puedo hablar con nadie, y eso me da tiempo para pensar: En esta habitación vacía solo escucho mis propios pensamientos, los escucho en voz muy alta, me revienta los tímpanos y la palabra que más se repite es solo una: Tomie. Debería ser más fácil distraerse pero no. Estoy aislado, supongo que Tetcho lo planeo así.

✧Reencuentro✧

Siento que no puedo respirar. No puedo controlar mis piernas. La garganta se me ha secado y mis manos se extienden por impulso. Golpeo como puedo las rejas de mi celda, quiero tocarla, quiero verla más de cerca. Tomie está siendo cargada por Tetcho, la están llevando a la enfermería supongo. Quiero verla mas de cerca, quiero hablar con ella...la he estado tanto como para esperar más. ¿Por qué está inconsciente? ¿Acaso la hirieron? ¡Quiero saber como esta!

Un guardia me grita que me quedara callado o me golpeara. Veo las llaves que tiene en el bolsillo. Solo debo esperar el momento preciso para robarlas e ir corriendo a verla.

***

—Espero que recuerde su promesa—le dijo Tomie a Jouno, quien bebía litros y litros de agua en cuanto llego—¿se encuentra bien?

—¡Tu esposo está bien, maldita sea!—exclamó limpiándose la boca húmeda—por favor, sea paciente, ¿si? Como se quedó dormida no lo vio pero hizo un escándalo en cuanto entramos. Encargate de traerlo, Tetcho.

—¿Por qué debo ir yo?—pregunto indiferente, pero en el fondo le dolía.

—Se lo pido—rogó Tomie casi llorando—quiero ver a mi esposo.

Tetcho desvió la mirada. Tomie soltó algunas lágrimas. Jouno dio una patada al galón de agua, estaba igual de irritado que cuando fue por ella a la Port-mafia. Abrió la puerta y no pudo reaccionar lo suficientemente rápido como para no recibir el puñetazo de Tetcho.

—¿Qué te sucede?—le preguntó en el suelo, cubriéndose el pómulo—¿Acaso te has vuelto loco!?

—No puedes dejar que se acerque, ¡Osamu Dazai es un criminal!

—mrd...¿es enserio? ¡Le hice una promesa! ¿Lo puedes entender? ¡Estoy harto de tus caprichos! Si tanto te importa esa mujer porque no dejas que sea feliz, ¡que se vaya al diablo si elige mal! Es su problema. Ahora deja que abra la puerta y traiga a su condenado esposo que me ha dado tantos dolores de cabeza—Jouno se levante del suelo—¡Sal de mi camino, inutil!

Tetcho se quedó quieto, sin decir ni una palabra.

***

Ya escape, tuve que dañarme mi mano pero está todo bien. En cuanto dobló una esquina veo a uno de los Perros de Caza: Jouno.

—¡Maldita sea!—grita desviando la mirada—¿sabes qué? ¡Estoy muy cansado por esto! Si tanto quieres verla anda y reúnete con tu esposa, ¡para este punto se pueden ir al infierno todos!