HARVEY
Salgo del coche y me dirijo al callejón hasta llegar a mi edificio unas calles más allá. No he querido que me dejase delante de mi edificio porque siempre suelen haber muchos paparazzis molestando.
Cuando llego, efectivamente hay tres paparazzis delante del portal y, evitándolos como puedo, entro al edificio.
Me dirijo al ascensor y pulso el número veintisiete, el último. Llego arriba y abro la puerta de mi ático, que es el único que hay.
Cuando entro, está Lily sentada en mi sofá mirándome fijamente con Marley tumbado en sus piernas.
Doy un respingo.
—Joder Lily, qué susto —digo con una mano en el marco de la puerta y otra en el pecho—. Te dije que dejaras de hacer eso.
No dice nada y me mira fijamente con los ojos entrecerrados mientras mi golden retriever viene hacia mí moviendo la cola.
Me agacho para acariciarlo y vuelvo a mirar a Lily.
Tiene cara de que he hecho algo malo.
—¿Qué he hecho ahora? —digo.
Me mira y se levanta con los brazos cruzados.
—No sé, a lo mejor irte sin avisar y no responder a los mensajes, capullo —dice—. Sabes que es peligroso si sales y nadie sabe dónde estás, la gente está muy loca.
—Lo siento, me quedé sin batería —digo suspirando mientras dejo las llaves en la mesa de la entrada—. Solo quería estar solo un rato, y si se lo decía a Steve se iba a poner muy pesado con que no me viesen y toda esa mierda.
—Pues que le jodan a Steve —dice volviendo a sentarse—. Pero a mí me lo dices, que para algo soy tu hermana mayor.
Me río.
—Tengo veintidós. —digo sentándome a su lado—. Creo que puedo cuidarme solito.
—Sí, y mentalidad de ocho.
Pongo los ojos en blanco.
—¿Te ha visto alguien? —pregunta más relajada.
—Me he cruzado con unos paparazzis y me he desviado un par de calles, pero los he despistado.
—Bien.
Suspiro.
—Es que no puedo ni ir a dar un paseo tranquilo. Hay cámaras siguiéndome a todas partes —digo pasándome las manos por la cara.
Me rodea con un brazo y me revuelve el pelo.
—Ya sabías eso antes de empezar —dice—. Lo decidiste tú.
—Sí, lo sé. —Alejo rápido todos esos pensamientos que empiezan a asfixiarme—. Voy a cargar el teléfono antes de que Matt, Nate y Lisa hagan...
Suenan golpes en la puerta y Marley va emocionado hacia la puerta.
—Ya les he dicho que estabas en casa. —Se levanta y abre la puerta.
—¿Qué pasa tío?
—Hola capullo.
Entran primero Nate y Lisa, que se tiran en mi sofá como si fuera su casa. Luego entra Matt más calmado pero lanzándome una mirada de las suyas.
—¿Cómo has vuelto a casa al final? —pregunta.
—Bueno, yo me voy, que mañana tengo cosas que hacer —dice mi hermana—.
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Canciones en papel #1 (BILOGÍA CANCIONES)
RomanceImagínate que conoces al imbécil más grande del planeta por accidente. Imagínate que ese imbécil es mundialmente conocido por su música. Imagínate que hace lo posible por molestarte cuando lo único que quieres es que te deje tranquila. Ahora Imagína...