HARVEY
Por la mañana decido que tengo que ir al estudio a hablar con Steve, y sé que si Peyton se despierta, voy a querer quedarme con ella más tiempo, así que le dejo una nota y me dirijo al estudio lo más rápido que puedo.
Tengo que decirle que se acabó.
Quiero estar con Peyton, y quiero que Steve sepa que no puede jugar conmigo como le dé la gana.
Llego rápido, pero solo veo a Mark.
—¿Dónde está Steve? —pregunto.
Él se sorprende al verme.
—Está en una reunión, le quedan un par de horas —dice dándole un sorbo a su bebida del restaurante de comida rápida.
Yo suspiro y me siento en el sofá.
—Podemos grabar algo mientras lo esperas, si quieres —dice.
—No creo que... —digo, pero me arrepiento—. Espera, creo que sí que tengo algo.
Mark sonríe y nos ponemos enseguida a hacer la melodía.
Lo conseguimos bastante rápido porque ya lo tenía casi todo pensado y nos da tiempo a grabarla antes de que llegue Steve.
He decidido llamarla Pink Ferrari.
Al poco de terminar la canción, Mark y yo escuchamos la puerta del estudio y un Steve muy sonriente entra y me mira.
—¿Qué haces aquí tan temprano? —dice—. Pensaba que estabas haciendo el vago con Nate, como siempre.
No quiero andarme con rodeos, se lo voy a decir directamente.
—Tenemos que hablar —digo serio y a Steve se le baja un poco la sonrisa.
—¿Qué pasa, Harvey? No me asustes.
—No quiero seguir con el plan.
Veo cómo Steve se enfurece en cuestión de segundos, pero ya me lo esperaba.
—¿Qué coño quieres decir con que no quieres seguir con el plan?
—Pues exactamente eso, Steve, que no quiero seguir con el puto plan.
Mark agarra su bebida del restaurante de comida rápida y sale discretamente del estudio de grabación.
—Mira que lo sabía, te has enamorado de esa niñata como un gilipollas —dice Steve pasándose la mano por la cara.
—No la llames así —digo muy serio—. Y no me he enamorado, pero es una buena chica, y al contrario que tú, yo no juego con las personas solo por pasta.
Steve me mira muy serio.
—¿Qué no juegas con las personas solo por pasta? Harvey, por favor, ¿tú sabes en qué industria estás?
No digo nada y le aparto la mirada.
—Mira chaval, si no quieres seguir, no pasa nada —dice más calmado—. Ya tenemos el reconocimiento que queríamos y aunque podríamos tener mucho más, si te vas a poner en plan nenaza da igual, no vuelves a ver a esa chica y la dejamos fuera de toda esta mierda.
Vuelvo a mirarlo.
—Es que no quiero dejar de verla.
A Steve se le cambia la cara porque parece que empieza a entender por dónde va la conversación.
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Canciones en papel #1 (BILOGÍA CANCIONES)
RomanceImagínate que conoces al imbécil más grande del planeta por accidente. Imagínate que ese imbécil es mundialmente conocido por su música. Imagínate que hace lo posible por molestarte cuando lo único que quieres es que te deje tranquila. Ahora Imagína...