CAPÍTULO 28

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PEYTON

—Dile a Kevin que más le vale grabarte, quiero un vídeo —dice Audrey y yo me río.

—Ya me viste cantar el otro día.

—Sí, pero el otro día pude verlo en directo —dice—. Hoy tengo clase de baile en la academia y Cam trabaja en el bar, así que tengo que asegurarme de que Kevin te grabe para que después me lo pase.

La miro con los ojos entrecerrados.

—¿No estabas enfadada con él?

—Bueno... —dice llenándose su botella de agua—. Se podría decir que lo estoy perdonando, pero solo porque es tu jefe.

Me río y niego con la cabeza.

—Ya, claro.

Mi teléfono vuelve a sonar, pero al ver de quién es la llamada, lo ignoro.

En mi defensa diré que no lo he estado ignorando todo el día. En cuanto hemos llegado a casa, me he encerrado en mi habitación, y como tenía la cabeza llena de pensamientos, me he puesto a componer.

He estado ahí dentro por horas, hasta me ha dado tiempo a terminarla y la he llamado "Already Over".

Le he dado muchas vueltas, y creo que lo mejor es escuchar la vocecita de Audrey y terminar con esto. Siento que se nos está yendo de las manos y que va a ser mejor para los dos si solo somos amigos. Solo amigos, sin besos, ni sexo, ni nada. No quiero más titulares en la prensa llamándome su novia.

Por eso no he mirado el teléfono hasta que he empezado a prepararme para ir al bar de Kevin, así que ya le contestaré luego.

—Peyton, no puedes evitarlo para siempre —dice Audrey terminándose de preparar la mochila para su clase de baile—. Va a pensar que le odias o algo, y yo sigo sin tener muy claro por qué no le contestas las llamadas.

Suspiro mientras termino de maquillarme en el espejo del salón.

—Ya lo sé —digo—. No es que no quiera hablar con él o que esté enfadada, es que estoy paranoica.

Audrey se ríe.

—No te rías, cada vez que me suena el teléfono pienso que alguien me va a hacer una foto, no es gracioso.

—Estás loca, Peyton.

—Lo sé —digo con un suspiro de frustración—. Y ni siquiera sé si va a venir al bar de Kevin. Me lo prometió por segunda vez, pero a lo mejor prefiere no salir mucho hoy para que no le vean.

—Pues pregúntale si va a ir.

—No —digo mirándola al instante—. Si le pregunto, estaré distraída hasta que me conteste, y quiero estar centrada para cuando tenga que cantar.

—Me parece bien. Por cierto... —dice poniéndose la chaqueta—. Sigo sin entender cómo os hicieron esas fotos. Quiero decir, ¿Harvey no tiene como quince guardaespaldas?

La miro con una ceja levantada.

—Harvey no tiene seguridad.

Audrey me mira con los ojos muy abiertos.

—¿Pero está loco? ¿Cómo no va a tener seguridad? ¿Sabe lo peligroso que es no tener a un par de tíos mazados detrás de él con lo famoso que es?

—Eso pensé yo, pero dice que le agobiaría mucho y que sería lo peor que le podría pasar.

Audrey pone los ojos en blanco y suspira.

—Si yo pudiera tener a dos tíos buenorros cuidándome las espaldas todo el día sería la chica más feliz del mundo —dice.

Me río ante su comentario y me despido de ella antes de que se vaya a su clase de baile.

Canciones en papel #1 (BILOGÍA CANCIONES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora