CAPÍTULO 26

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PEYTON

Veo que el portero me mira de reojo y se mete en una habitación que hay dentro del portal.

Joder —dice—. Tía, no sé qué hacer, si son tantos no puedo distraerlos.

—Joder, joder, joder —maldigo—. Tendría que haberte hecho caso, no tendría que haber venido.

Peyton, tranquila —dice calmada—. No se te ve la cara en las fotos, no te van a reconocer.

—Audrey, llevo la misma ropa que ayer, si salgo no les va a costar sumar dos más dos.

Vale, es verdad, no había pensado en eso —dice—. Voy a por el coche y me dirijo hacia el edificio, cuando llegue ideamos un plan y cuando consigas salir nos vamos corriendo.

Se escucha un murmullo por detrás antes de que Audrey vuelva a hablar conmigo.

—Cam viene, dice que tiene una idea.

—Vale —digo un poco más tranquila.

Cuelga el teléfono y al poco aparece el hombre con ropa en la mano y se acerca a mí.

—Toma —dice—. Esto lleva aquí una eternidad, la gente pierde sus cosas y luego se olvidan de ellas. Póntelo y recógete el pelo, así no te reconocerán.

Siento mucho alivio y se nota en la sonrisa que le dedico al señor.

—Muchísimas gracias —digo.

Él sonríe.

—Por esto no hay que mezclarse con famosos.

—Tiene toda la razón —le digo.

Me tiende una sudadera y unos pantalones de chándal y me lo pongo como puedo encima de la ropa que llevaba puesta.

Me recojo el pelo en un moño y espero a que Audrey me llame.

Lo hace enseguida.

—P, ya estamos aquí —dice.

—El problema de la ropa está resuelto —le digo—. Pero no sé cómo salir de aquí sin tener cien cámaras a los lados.

—Va Cam a por ti, dice que le sigas el rollo.

—¿Qué...?

No me deja terminar y cuelga el teléfono.

Al poco veo a Cam en el portal y veo que me saluda.

Yo frunzo un poco el ceño, confusa, pero le sigo el rollo.

Me despido del señor dándole las gracias de nuevo por la ropa y voy hacia la salida.

Cuando salgo, veo que todos los paparazzi se giran hacia mí con las cámaras, pero parecen perder el interés cuando Cam me saluda y me agarra de la mano dándome un beso en la mejilla.

—Hola cariño —dice Cam con una sonrisa.

—Hola —digo siguiéndole el rollo.

Los paparazzis pasan de nosotros y se ponen a hablar entre ellos, así que Cam y yo aprovechamos para ir con tranquilidad hacia el coche.

Cuando nos sentamos dentro, Audrey arranca.

—¿Cómo lo habéis hecho? —pregunta Audrey.

—Pues con una de mis ideas maravillosas —dice Cam.

—Gracias chicos, en serio —digo relajándome dentro del coche.

—No es nada, mujer —dice Audrey con una sonrisa.

Canciones en papel #1 (BILOGÍA CANCIONES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora