PEYTON
—Llevas dos días evitando el tema, bonita, pero hoy no te escapas —dice Audrey en la puerta nada más llego a casa.
—¡Joder! —Doy un respingo—. Qué susto, Audrey.
—Sí, sí, pero cuenta —dice dirigiéndose al sofá.
—¿¡Ya ha llegado!? —pregunta Cameron desde su habitación.
—¡Afirmativo! —grita Audrey de vuelta—. Que empiece la historia.
Cam sale casi corriendo y se sienta en el sofá mirándome con una sonrisita.
He estado los últimos días en el bar de mañana y tarde así que no he coincidido lo suficiente con ellos como para que surgiera el tema.
Esperaba que se les hubiera olvidado, pero son Cameron y Audrey, es científicamente imposible que se les olvide algo que tenga que ver con Harvey Cooper.
Suspiro.
—No sé qué queréis que os cuente —digo intentando pasar del tema.
—De eso nada bonita —dice Cam.
—No te vas a marcar un Peyton con nosotros —añade Audrey.
—¿Un qué? —pregunto confusa.
Ambos se miran como si se hubiesen metido en un lío.
—Nada, nada —dice Cam con una risita nerviosa y yo los miro con los ojos entrecerrados.
—Venga, porfi, cuéntanos —pide Audrey haciendo pucheros—. No es posible que conocieras a Harvey Cooper así porque sí.
—Él no habla con nadie —apoya Cam.
Los miro y veo en sus caras lo mucho que quieren que les cuente lo que pasó.
Pretendía hacer como si no hubiese ocurrido porque no es para tanto y porque se suponía que no iba a volver a verlo.
Suspiro.
—Lo conocí sin querer un poco antes de vuestro cumpleaños —digo sin más.
—¿QUÉ? —gritan los dos a la vez, provocando que yo dé un respingo.
—¿Y NO NOS DIJISTE NADA? —dice Cam.
—¡SERÁS TRAIDORA! —añade Audrey tirándome un cojín a la cara.
Lo esquivo como puedo.
—¡No os dije nada porque os ibais a emocionar por algo que no tiene ninguna importancia!
—¡Pues claro que tiene importancia! —dice Audrey.
—Sigue contando —dice Cam amenazándome con otro cojín.
Pongo los ojos en blanco con una risita y me siento en un taburete de la cocina.
—Estáis locos —digo antes de continuar la historia—. Se chocó conmigo cuando salía de trabajar porque lo perseguían unos paparazzis. Al principio no lo reconocí así que lo ayudé a distraerlos, luego me dijo quién era e intenté irme de ahí lo más rápido posible.
—¿¡Te fuiste sin hablar con Harvey Cooper!? —dice Audrey.
—Pues esa era mi intención, pero es un capullo y me pidió que lo llevase a casa. —Me van a interrumpir pero sigo hablando antes de que lo hagan—. Le dije que no, pero me dijo que me pagaría así que acepté —digo—. Y eso es todo, lo llevé a casa, me pagó y cada uno por su lado.
Los dos me miran con la boca abierta.
—¿Qué? —pregunto confusa.
—¡¿Cómo que qué?! —dice Audrey.
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Canciones en papel #1 (BILOGÍA CANCIONES)
RomanceImagínate que conoces al imbécil más grande del planeta por accidente. Imagínate que ese imbécil es mundialmente conocido por su música. Imagínate que hace lo posible por molestarte cuando lo único que quieres es que te deje tranquila. Ahora Imagína...