Canciones en papel #1 (BILOGÍA CANCIONES)

CAPÍTULO 15

HARVEY

Matt lleva mirándome fijamente desde hace un rato.

—¿Qué? —pregunto de mala gana.

Él se ríe.

—Nada —dice—. Qué casualidad que hayamos venido justamente al bar en el que trabaja esa chica, ¿no?

Lisa suelta una risita.

—No tenía ni idea —miento—. Me lo recomendó un amigo.

—Ya... —dice Matt.

—Una pena que no haya venido a atendernos, me hubiese gustado verla más... de cerca —dice Nate—. Aunque su amiga tampoco está nada mal.

Le doy una colleja más fuerte de lo que pretendía.

—¡Oye! —se queja—. Vale, lo pillo, la rubita es tuya.

Lo miro mal.

—Se llama Peyton, capullo.

—Parece que ahora sí te acuerdas de su nombre... —dice Lisa con una sonrisita.

—Iros a la mierda —digo mientras saco mi teléfono.

Tengo un par de mensajes de Steve diciéndome que acaban de publicar una de las dos canciones que grabé esta mañana.

Es increíble las ganas que tiene de ganar pasta, ni siquiera se ha esperado a que yo estuviera delante, aunque prefiero mil veces celebrarlo con mis amigos.

Le respondo con un "Ok" y guardo el teléfono.

—Uy... —dice Lisa—. ¿Qué dice Steve?

—¿Cómo sabes que es él? —pregunto.

—Se te pone una arruga muy fea en la frente cuando hablas con él.

Matt se ríe ante el comentario de su novia y los miro mal.

—Acaban de publicar una canción que grabé esta mañana —digo sin darle mucha importancia.

—¡Eso es genial! —dice Lisa con una sonrisa—. Venga, os invito a otra ronda de cervezas.

—¡Sí! —dice Nate.

Lisa se levanta para ir a la barra y yo lanzo un vistazo rápido hacia allí. Está Peyton sola recogiendo unas copas.

—Espera —Paro a Lisa—. Os invito yo.

Ella mira la barra y luego a mí y vuelve a sentarse con una sonrisita.

—Como quieras.

Sin decir nada más me acerco a la barra.

PEYTON

—Esto es una locura —dice Audrey—. El bar se ha llenado hasta los topes en cuestión de media hora.

—Qué sorpresa —digo.

Ella saca su teléfono y de repente da un grito ahogado que hace que me sobresalte.

—¡¿Qué pasa?!

—¡Harvey acaba de sacar una canción! —dice emocionada.

—Pero si está aquí.

—La habrá subido su equipo —dice—. Tengo que escucharla.

—Pero...

Se va sin que pueda decir nada.

Genial.

Me pongo a recoger unas copas que hay en la barra y de repente veo a Harvey acercarse.

Mi pulso se acelera cuando se aproxima.