Capture to Sparrow ©

Capítulo 1

Everlynn 

Miré desde el balcón como la ciudad se iluminaba poco a poco con cada luz que se encendía.

Sonreí, dejando ver mis blancos dientes mientras observaba el exterior, reconociendo que la ciudad se volvía mucho más hermosa con las luces brillantes. Pero no podía salir como cualquier otra persona para disfrutar de la noche en la ciudad, tenía que reunirme con quien me contrató para proporcionarle cierta información que deseaba obtener.

No podía esperar demasiado ya que cualquiera podría descubrirme.

No debía mantener el mismo nombre por mucho tiempo, tampoco el mismo número telefónico.

Saqué mi celular negro del bolsillo trasero de mi jean, sabiendo que en pocos minutos escucharía el sonido de una llamada entrante.

Sucedió. 

Comenzó a sonar y vibrar en mi mano, su sonido inundó la mayor parte del lugar donde me encontraba.

Miré la pantalla y allí estaba el nombre de la persona que me había contratado.

Jope Lille. 

Un empresario de mediana edad, nacido para liderar la empresa Flux, la misma de la que todo el mundo hablaba. O así mentían sobre él en todos los medios de comunicación, ya que yo sabía sobre el deseo de ver caer a toda la competencia, sin importar cómo sucediera. 

Respondí la llamada con la mirada perdida en la brillante ciudad desde el balcón. 

—Sr. Lille —saludé de forma seria y formal. 

—Necesito que haga otro trabajo para mí, Srta. Surrey —se mantuvo en silencio unos segundos. —Ven a mi oficina esta noche.

~·~

Estaba preparada para reunirme con el Sr. Lille, sabía que cuando nos viéramos tendría que iniciar con el plan.

No podía retrasarlo por más tiempo. 

Me había puesto un vestido rojo con escote redondo ajustado hasta la cintura y suelto hasta la rodilla, sandalias con taco del mismo color, mi cabello castaño estaba peinado hacia atrás, y sobre mi hombro llevaba una cartera negra con mis... objetos personales.

Miré a mi alrededor, la cama contra una pared a mi izquierda, el placard frente a la pared opuesta, y el tocador en medio de ambos, frente al mismo había algunos cuadros colgados con fotos. Observé detenidamente uno de ellos, en la foto me encontraba con mi hermana menor, ambas mirando hacia la cámara, con una casa blanca detrás, una que ya no pertenecía a mi familia.

Las lágrimas se acumularon en mis ojos, respiré hondo y no dejé que cayeran. No podía debilitarme ahora, no después de tanto tiempo de lo sucedido y no en aquel momento.

Nos observé nuevamente en la fotografía. 

Ambas tan opuestas.

Ella con su cabello rubio brillante y grandes ojos azules, yo con mi cabello castaño hasta la cintura y ojos grises.

Ella vistiendo uno de sus típicos vestidos azules que hacían resaltar sus ojos como el cielo despejado y cabello como el trigo y yo llevando un vestido gris oscuro.

Se veía tan feliz y hermosa, nada indicaba que ese día iba a ser el peor de nuestras vidas, un día en el que yo cambiaría por completo al perderla.

El sonido de una notificación de mi celular me alejó de los recuerdos dolorosos del pasado. 

Era hora.

Me apresuré con el maquillaje mientras reprimía la tristeza que me oprimía el pecho y la garganta.