Capture to Sparrow ©

Capítulo 34

Gina

Cuando llegué a la mesa donde estaba mi fratello, le sonreí. Estaba feliz porque finalmente había conocido personalmente a la hermana de Stephany, Everlynn Scalfaro.

Él me observó sin decir nada. Sabía que no le gustaba tener que asistir a aquel tipo de eventos, pero ambos debíamos guardar las apariencias.

Apoyé la espalda en el sillón, sintiendo la comodidad que proporcionaba, luego dirigí la mirada a la camarera que cruzó por mi lado, la llamé y le pedí que llevara una copa de whisky y una botella de aguardiente a una mesa a mi izquierda.

Observé sobre el hombro de mi hermano, allí se encontraba David Vega.

Le sonreí a la chica y le dejé un billete en el interior de su bolsillo, se encontró sorprendida pero sonrió antes de irse.

Cuando llevó ambas cosas a la mesa, la camarera le indicó que yo había sido la persona que le envió las bebidas.

Se fue y él hizo un gesto con el vaso, levantándolo con una sonrisa.

Le sonreí, y luego miré en otra dirección.

En la mesa de los Sparrow, Everlynn estaba sentada junto a Kenta y miraba a Sparrow sin expresión, pero le sonreía con dulzura cada vez que él la miraba.

—¿No me habías dicho que tu guardaespaldas se quedó en la mansión? —preguntó mi hermano y dirigí mi mirada hacia él con las cejas arqueadas sin comprender nada. —Está aquí.

Sus dos últimas palabras me sorprendieron y enojaron a la vez, fruncí el ceño y miré hacia donde se encontraban un par de nuestros guardaespaldas.

No lo localicé de inmediato.

—¿Dónde? —interrogué, mirando los alrededores con disimulo, en busca de aquel insoportable hombre que sólo estaba convirtiendo mi vida en una pesadilla desde que lo conocí.

Francis agarró su vaso de whisky mientras miraba al frente, bebió un trago y luego con un movimiento sutil, señaló en una dirección y miré hacia allí.

Localicé a Owen Wixx inmediatamente. Se encontraba junto a dos guardaespaldas, los cuales no eran de los nuestros, en una esquina y a los lados del pasillo que conducía a los baños.

Me levanté del sillón, caminé hacia él, junto a los dos guardaespaldas que miraban los alrededores, y fijé la mirada directamente en mi objetivo.

—¡¿Qué demonios haces aquí?! —exclamé entre dientes con una mirada asesina, cuando estuve delante de él. Los guardaespaldas a su lado se sorprendieron con mi repentina aparición. —¡Habla!

Owen Wixx me sonrió sin responder, dio un paso hacia mí para quedar a escasos centímetros de distancia y me miró directo a los ojos.

—Did you think I would stay tied to your bed? (¿Creíste que me quedaría atado a tu cama?) —preguntó en inglés con una sonrisa mientras yo lo miraba con furia.

Los dos guardaespaldas, uno de cada lado de nosotros, se miraron entre ellos sin comprender el idioma.

Owen Wixx se estaba burlando porque de alguna manera había escapado de las esposas.