Capítulo 16

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Stormy

Acostada sobre mi vientre, leía un libro en mi cama, con una sonrisa en mis labios y la imaginación por las nubes.

En el libro, poco a poco, la protagonista femenina veía el cuerpo desnudo del protagonista masculino mientras se quitaba la ropa, luego ambos saborearon sus labios y tocaron sus cuerpos con deseo, el cual era narrado con todos los detalles.

Me llamaba la atención la forma de describir el primer beso y la primera vez que tenían sexo, como las emociones y los sentimientos podían surgir de tal manera que los protagonistas no querían ni podían alejarse de su amante y solo deseaban estar juntos.

Sonreí con tristeza.

Lamentablemente, nunca había experimentado nada como aquello y solo lo había vivido a través de los libros.

—Stormy —Oí a Edward llamándome desde el otro lado de la puerta. —Tengo buenas noticias. —Su voz sonaba alegre y eso llamó mi atención.

Casi nunca estaba de buen humor...

«¡Era un milagro de la naturaleza!», pensé, sarcástica.

Entró por la puerta con una gran sonrisa en sus labios y dos mucamas vestidas con uniforme color blanco y negro, detrás de él.

Ambas tenían las manos entrelazadas delante del cuerpo, cabeza inclinada hacia abajo y expresiones de preocupación en el rostro.

Aquello no podía ser bueno.

—Ponte otro vestido y maquíllate un poco. Esta noche vendrán a cenar con nosotros. — Su sonrisa se hizo más grande. Se lo veía muy animado y satisfecho con lo que sucedería en breve. Y yo estaba cada vez más confundida. —Es una noche muy importante, Stormy.

Coloqué un señalador en el interior del libro y lo dejé a un lado, me senté en la cama y acomodé la falda suelta del vestido gris pastel sobre mis rodillas, lo miré con el ceño fruncido y luego observé a las mucamas, quienes jugaban con sus dedos y no quitaban la mirada del suelo.

—¿Qué pasará esta noche, Edward? —pregunté, confusa, pero tenía mis sospechas.

Edward se puso rígido, su humor alegre había desaparecido.

—¿Todavía no se lo han dicho? —preguntó con brusquedad a las mucamas, pero no esperó respuesta. Entendí que hubo algo que ellas debieron decirme en lugar de él, debido a que me llevaba bien con ambas y eso le facilitaba las cosas a la hora de comunicar algo que no me caería bien o no aceptaría. —No importa —dijo y volvió a dirigir su atención a mí. —Tomás Shawn, el político, y su hijo vendrán a la mansión. Cenarán con nosotros.

Entendí porque se había vestido con un traje tan elegante, pero esperaba que fuera una broma.

Me puse recta con la mirada fija en mi hermano.

¿Por qué estaba sucediendo tan rápido?

¿De qué más no estaba enterada?

—¿Qué? —pregunté, frunciendo el ceño.

Mi hermano me sostuvo la mirada con una sonrisa siniestra en sus labios.

Capture to Sparrow ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora